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Esa visita me tomó muy desprevenido, por lo que no pude llegar a poner mi hogar presentable de cierta manera. Agradecía que al menos me había duchado.

-¿Que hacen aquí?- preguntó el rubio menor, observando como la pareja entraba en la vivienda, inspeccionando la sala con la mirada.

-Estabamos un poco aburridos en la torre, y Tony quería salir a pasear un rato. - el soldado respondió la pregunta, mientras que, el nombrado solo asentía a las palabras de él, intentando evitar formar una mueca de disgusto por el desorden en el lugar.

-Steve no me importa demasiado, pero...¿Y tú?, ¿Que?, ¿Viniste a criticar?- el agente de shield no quería sonar a la defensiva, pero el echo que las cosas continuarán tensas entre ambos, no ayudaba tanto.

-Clint, no te comportes así. - regañó el mayor de la tercia, acariciando el hombro de su pareja al rodear esa misma zona con su brazo. -Deberías considerar ordenar tu casa. No se ve muy...Higiénica. - murmuró la última oración a la vez que sus orbes celestes barrían todo su alrededor.

-Chicos, agradezco su visita, pero sinceramente, no tengo ánimos suficientes para estas. - informó el dueño de la casa, dirigiendo su caminar hacia la cocina, específicamente a la cafetera para prepararse su glorioso café. -Si quieren algo, les pido que lo busquen, y si es posible, se vayan. - objetó, señalando la puerta que aún se mantenía abierta.

Sin embargo, escuché un claro suspiro de Tony que, analizando sus acciones, de seguro pensaba lo idiota que soy.

SESENTA DÍAS.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora