Roses🥀||Paulo Dybala

Capítulo 29

__________'s POV

Extendí mis manos y sentí que Paulo dejó algo en ellas, después de un momento de silencio total, decidí hablar 

-¿Ya puedo abrirlos? -pregunté emocionada pero nadie respondió -¿Paulo?

De igual manera solo se escuchaba silencio en la habitación 

-¿Puedo abrir los ojos? -mordí un poco mi labio mientras fruncía levemente el ceño 

Una vez más, no obtuve respuesta, así que abrí los ojos, pero efectivamente, Dybala ya no estaba en la habitación; bajé mi vista a mis manos y había una cajita blanca con acabados en color plateado, un sobre del mismo color y una rosa.

Rápidamente caminé hacia mi buró café y abrí la cajita, la cuál tenía un CD adentro. Lo saqué y encendí rápidamente mi laptop para poder reproducirlo.

Una vez que inserté el CD, comenzó a sonar la única canción grabada, "Roses". 

La conocí gracias a Camila, pues ella realmente ama a Shawn Mendes, y siempre que se subía a mi coche ponía su álbum; dejé que la canción continuará y decidí que era momento de abrir el sobre, el cuál dentro tenía una hoja blanca, la desdoblé con cuidado y comencé a leer.

"_________:

No sabes lo cobarde que me siento al decirte todo esto por medio de una carta, pero en mi defensa, intenté decírtelo de frente, en serio, justo el día en que me diste la noticia de la boda; así que al no haber sido capaz, veo esto como mi única opción, y perdona si te parece imprudente de mi parte.

Pogba me dice que en el destino está escrito que no eres para mí, pero yo no creo en esas cosas del destino, aunque si lo hiciera, créeme que no tendría duda de que te conocí por algo, que el hecho de que te hayas metido tan fácilmente en mi corazón, no es en vano, que si en serio dos personas están destinadas a estar juntas, somos tú y yo, porque nunca nadie me ha hecho sentir lo que tú, ya que contigo he aprendido que en realidad se puede besar a alguien con una simple sonrisa. 

Si te soy sincero, a pesar de todo, nunca he hecho el intento de olvidarte, y si lo quisiera, no lo lograría.

Tal vez no eres el amor de mi vida, ni de mis días, ni de mi momento, pero te amo, aunque estemos 'destinados' a no ser.

Perdón si todo esto resulta demasiado cursi, pero una  vez leí que "las cartas de amor se empiezan sin saber lo que se va a decir y se terminan sin saber lo que se ha dicho", y creo que no hay nada más sincero. 

Sé feliz siempre.

                                                                                                Paulo"

Me quedé helada, no sabía que hacer, o decirme a mi misma. Tomé la rosa, la cual tenía una pequeña nota, y comencé a leerla aún con la canción de fondo.

"No estoy tratando de iniciar un incendio con esta llama, pero me preocupa que tu corazón pueda sentir lo mismo. Y tengo que ser honesto contigo, dime si estoy equivocado y esto es una locura, pero te conseguí esta rosa y necesito saber...

¿La dejarás morir o la dejarás crecer?"

Me quedé en silencio sin dejar de mirar la rosa roja, estaba a unas horas de casarme y mi cabeza estaba dando vueltas. ¿Realmente qué sentía por Antoine, era feliz con él o sólo era parte de mi rutina, qué pasaría si lo dejara, qué pensarían todos si lo dejo plantado el mero día de la boda...? No podría hacerle eso a Griezmann.

Sabía que algo en mi se encendía cada que veía a Dybala, escuchaba su voz o su nombre. Pero siempre quise evitar la pregunta, pero ahora no podía hacer eso. Estaba tan cerca de mi boda, ya no podía seguir alargándome a mi misma la respuesta ¿Realmente que sentía por Paulo?

-¿Qué vas a hacer? -Cristina, mi amiga que estaba ayudándome a arreglarme cuestionó desde el marco de la puerta

-¿Qué? -la miré con el ceño fruncido

-Vamos, yo no sabía que él era el famoso Paulo del que tanto hablabas, al principio yo no quería dejarlo pasar, pero al final terminé por hacerlo y creó una revolución en tu cabeza, no sé si lo que hice fue para bien o para mal, pero dime ¿Qué vas a hacer?

Me levanté rápidamente de mi asiento, él cuál tomé para leer la carta, mientras la miraba fijamente.

-Pon la rosa en agua -dije mientras salía corriendo de la casa y ella venía detrás de mí -no la dejes secar 

Ella me alcanzó y me tomó del brazo. -¿Qué hay de Antoine? 

Yo la miré con un nudo en la garganta.- Hablaré con él, te lo prometo

-______....-Alargó mi nombre

Tomé sus antebrazos con ambas manos. -Por favor haz lo que te pedí con la rosa, no la voy a dejar morir, no puedo

La solté y continué mi camino. Necesitaba hablar con Antoine