La caída del fénix (parte 3)

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Nieve caía veloz sobre los cuerpos cansados de Nesa y Lu quienes apenas podían mantenerse en pie. Los huesos de Asing yacían encima de un edificio completamente destruido donde la silueta del fénix estaba impuesta con sus cenizas. Draco guardó sus armas, se sentó con los pies cruzados mientras se disponía a beber, su odre ya no tenía licor. 

-¿Eso es todo Lu? Es raro...- pregunta Nesa mientras se acerca a su amiga.

-Hay algo raro...la última vez ella... ¡Draco, destruye los huesos ahora mismo! -Grita mientras se levanta. 

Antes de que si quiera el invocador lograse escuchar la orden de Lu ya el estoque estaba cruzando su hombro derecho, los huesos de Asing cargaban el arma mientras una chispa emergía de ellos. Las llamas empezaron a cubrirla y la figura del fenix se hizo presente. Veían como las cenizas se aglomeraban en un punto. Lu intentó lanzar un hechizo pero apenas podía moverse, no tenía energías. De las cenizas una mujer volvió a aparecer, con un aspecto diferente pero con la misma amenaza. 

 

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Lu alzo su arma nuevamente pero le costaba empuñarla. Nesa empezó a cubrir el área con fuego para que Lu pudiese escapar. Draco nuevamente desplegó sus armas para hacerle frente a la mujer que ahora mismo se notaba furiosa. Él se lanzó a su rival que aparentaba debildiad cuando era todo lo contrario. Sabía que si conseguía tiempo sus compañeras recuperarían sus energía rápidamente. 

-¡Dahhh! ¡Maldita sea! ¡Esa maldita de Lu! ¡Quítate ahora mismo viejo de mierda! ¡Voy a arrancarle la cabeza!

- ¿Me dijiste viejo? ¡Ahora sí! ¡Ya me hiciste enfadar zorra! -Ambos entablaron un combate cuerpo a cuerpo. 


En la torre de la reina

En la torre Jarf ya tenía su habilidad lista para ser usada así que ordenó que todos los que estaban peleando volviesen a la retaguardia. Hans seguía protegiendo tanto a él como a Rintaro quién usaba los drones para ver lo que ocurría afuera, además de rastrar la ubicación de Kaze quién no estaba muy lejos. Al parecer su nuevo brazo tenía una modalidad que él tenía miedo de activar pero en estos momentos era la mejor opción. La dama negra evitaba los ataques ígneos de diversos lados mientras que Hans usaba su espadón para acabar con los que se acercaban mucho.  Diale ya había acumulado una torre de cadáveres de acólitos que le impedían  moverse libremente por el lugar, notó algo en uno. En el fondo del pasillo que llevaba a la segunda parte del castillo había un acólito diferente, era quién los invocaba.  Diale dio las ordenes para avanzar.

 - ¡Chicos! ¡Allá está el fastidioso! ¡Puedo alcanzarlo pero necesito que me cubran! Kazu, avanza y ayúdame.  Hans, adelantarte un poco para que el escudo de tu guardiana me pueda impulsar y tu Rintaro deja de estar viendo porno joder, necesito que me ayudes. Jum, pon insectos encima de mi -Diale hace una mueca- Qué asco. 

-Si te pongo mis amores encima no podré usar a la mantis, estaremos inofensivos. -Diale le sonríe en seña de confianza- ...esta bien supongo.

Jarf no se nota con confianza sobre las ordenes. Su ataque ya estaba listo y poco a poco se salía de control. 

Soul DB 4, La batalla del imperio plataWhere stories live. Discover now