Bosque de los susurros

Detrás de la puerta

Sali de mi recámara dirigiéndome hacia mi biblioteca en la sala principal, fue hecha para que retomara mis estudios el cual, mis padres la pusieron para mi. Esta biblioteca es parte de mi rehabilitación, la cual me ha tenido dentro de éste lugar, hoy es una fecha especial en este día, es el día de mi cumpleaños.

Sí, hoy cumplo 23 años de edad, realmente pasa el tiempo.
Seguí caminando por el lugar hasta llegar a la sección donde se encontraba el libro que ya llevaba 15 veces y el cual era mi favorito; esta historia muestra la resumida vida de una persona que se cautivó a si mismo en su hogar, solo que el si lo hizo por su propia voluntad. Esta persona lo hizo porque decidió concentrarse y disfrutar de la soledad para colcluir una novela que escribía.

Mis dedos tocaban una tras otra página, todas ellas indicaban que ya habían sido leídas por mi. Cuando llegué a la indicada seguí leyendo como de costumbre, horas pasaron y comenzaba el sol a ocultarse.

Baje a la cocina donde decidiría preparar la cena que sería solo para mi. Tranquilamente cocinando, ruidos comenzaban a escucharse fuera de el lugar. Sentía un escalofrío recorrer mi cuerpo pero eso no quitaba el hecho de que la curiosidad aumentará conforme los ruidos se hacian más potentes...

Fui hacia el sótano donde mis padres entraron cuando me trajeron por primera vez, el lugar era sumante oscuro y daba terror, baje hasta donde se encontraría el encendedor de la luz. Cuando lo prendí, este me mostraba todas las cosas que habían en ese temible lugar, comencé a rebuscar entre tantas cosas inútiles hasta que logré dar con el blanco, una pequeña caja de hierro con un candado. Recordé que antes había visto una llave así que volví a buscar solo con la vista y fue cuando la encontré. Una vez la cajita abierta saque la llave que daría a la pierta principal los candados abiertos.

Regresé hacia la sala principal, me arme de valor y abrí los candados que me llevarían hacia la muerte una vez mas.
La oscuridad yacía en su máximo esplendor hacia el otro lado de la puerta; solo las luces de el lugar podían ser observadas, junto con tantas memorias oscuras y tristes.

Mis piernas se movieron ppr instinto solas hacia las afueras del otro lado donde los sonidos se podían escuchar más fuertes. Las rafagas del viento azotaban violentamente a los árboles lo cuales producían sonidos aterradores.

Pasos se aproximaban a lo lejos de la casa, no se que hora sería, ni el porque había alguien dentro de esta propiedad restringida. Me acerqué lo suficiente dando a mis ojos una silueta pequeña "¿quién será? ¿Un niño acaso?".

Mis oídos no podían distingir bien el sonido que se producía; mi vista se comenzó a nublar, fue entoces cuando decido acercarme emtoces pude ver de lo que se trataba.