Capítulo 24

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Luka Ferrara

   Me recuesto sobre la puerta del baño en tanto libero un suspiro. Acabo de hacer mía nuevamente a Judith y un sin fin de sensaciones invaden mi pecho.

Meneo la cabeza al pensar que no debo enamorarme de ninguna mujer y menos de ella.

Lo único que quiero en estos momentos es que esta locura termine lo antes posible y que ella me de un hijo, el pequeño detalle que falta para completar el contrato. 

Hacerla mía sin protección no estaba en mis planes, pero espero aunque suene como el peor hombre del mundo de que haya quedado embarazada, porque puedo estar seguro que esta fue mi única oportunidad. 

De haber logrado mi objetivo, tendré que ser muy meticuloso a la hora de actuar con ella. Debo hacer todo lo que esté en mis manos para que acepte tener al niño.

<< ¿pero tú has vuelto loco Luka? >> pienso al tiempo en el que sujeto mi rostro con una de mis manos.

¡Maldición, maldición! ¿pero en qué bestia me estoy convirtiendo? ¿En qué hijo de puta me e convertido? ¿y en que me ha convertido mi abuelo? 

Pero no puedo permitir que mi padre se quede con la empresa que tanto me ha costado tanto levantar. 

Maldigo una y otra vez en italiano mientras siento como un torbellino de preguntas sin respuestas invaden mi mente.

Tomo mi cabeza con ambas manos y me dejo caer sobre mis talones al tiempo que noto como una lágrima recorre mi mejilla. 

Un rato más tarde me dirijo a la cocina y encuentro a Judith juntando el despliegue de cosas que he tirado al suelo.

— ¡Judith! -- pronuncio

Rápidamente eleva su cabeza para mirarme :— ¡Luka! Me has asustado.

Trago saliva y a continuación pregunto ---- ¿necesitas ayuda? 

— ¡no, gracias!  ya he terminado — dicho esto se gira sobre sus talones y se dirige hacia el tacho de basura en donde deposita los resto de lo que un día fue una taza.

Por unos instantes me pierdo nuevamente en mis pensamientos en tanto una idea algo alocada se presenta con insistencia. Aunque pensándolo bien ahora más que nunca debo tener a Judith de mi lado y más si está cabezotas queda embarazada. 

— ¿Luka? --- interroga Judith haciéndome volver de mis pensamientos.

--- lo siento. ¿Decías?

--- ya que no volveremos a Madrid hoy, he estado pensando en hacer el almuerzo y así nos ahorramos el tener que comer fuera. Además de que está lloviendo — la miro pero sus palabras se pierden entre mis oídos. Aún sigo sumergido en mis pensamientos con en la idea de llamar a los padres de Judith sin que esta sepa nada. Que todo sea una sorpresa. Además se cuanto extraña a sus padres.

— ¿Y qué te parece? — interroga 

--- ¡Fenomenal! — indico aunque no sepa de qué hablaba. 

Luego de ingeniar mi plan me acerco nuevamente a Judith y le digo:--- necesito hablar con tus padres. ¿Puedes pasarme el numero por favor?

--- si, por  supuesto --- dicho esto Judith me proporciona el tan dichoso número. 

(...)  

El lunes había sido una locura.  Llamé a los padres de Judith, también a mi casa para avisarles que debían  preparar dos habitaciones y a Raúl, el cual puso el grito en el cielo cuando le dije que debía ir a Alcalá de Henares a buscar a los padres de mi esposa. 

Contratada para casarme © BORRADOR Donde viven las historias. Descúbrelo ahora