LUZ DE MIS OJOS

Cuentos

Pov. Leah

Por un momento se escucha un silencio abrazador, que se percibe en la habitación luego de que Micaela le entrega la sorpresa a Dae, imagino que no dice nada debido a la conmoción que le causo inicialmente, pero el silencio es interrumpido por el sonido de listones siendo desanudados,

- Señorita Micaela no puedo aceptarlo- escucho que le dice Dae a Micaela y por un momento me siento desconcertada por no saber de qué están hablando, pero rápidamente Micaela me saca de mi duda diciendo a Dae-

- Vamos Dae, son prendas que tú necesitas, además te serán útiles ya que pronto comienza el invierno.

- Pero es demasiado señorita, además que son prendas muy delicadas y finas, para alguien como yo. Y usted no debió gastar su dinero en mi

- Boberías Dae, tú lo necesitas, lo utilizaras y se diga más.

- Pero...

- Dae, no pongas mas peros, Micaela pensando en ti. Porque mejor no se cuentas y me lo describes lo que te obsequio Micaela.

- Es un abrigo nuevo, unos guantes, una túnica, unos pantalones y unos zapatos. Todo nuevo y muy bonito... yo no puedo aceptarlo, es demasiado-

- Dae por favor. Por mi podrías aceptarlo- por unos minutos no se escucha respuesta, pero por fin acepta

- Muchas gracias, señorita Micaela-

- De nada Dae. Espero que todo te quede a medida, sino pues yo podría hacerle unos arreglos.

- Gracias.

- Bien ya es momento que ustedes jovencitos se vayan a la cama, es muy tarde y como les prometí voy a leerles un cuento- Así lo hacemos y Micaela se recuesta junto a mi y comienza a relatarnos un cuento.

-Las tres personas se sintieron felices. El cazador le quitó la piel al lobo y se la llevó a su casa. La abuelita comió el pastel y bebió el vino que le trajo Caperucita Roja y se reanimó. Pero Caperucita Roja solamente pensó: "Mientras viva, nunca me retiraré del sendero para internarme en el bosque, cosa que mi madre me había ya prohibido hacer."1.- Termina de leer Micaela el cuento que nos prometió, Dae se encuentra ya en el sofá recostado y yo en mi cama junto con Micaela.

-Ese cuento me dio mucho miedo, pero me gustó mucho. Es uno de los mejores que has leído para mi Micaela- Le digo a Micaela, ella pasa su mano por mi cabello y me arrulla entre sus brazos- ¿No de los mejores cuentos que has escuchado Dae?- Le pregunto y por un momento creo que se ha quedado dormido, ya que no obtengo respuesta.

-Es la primera historia que he escuchado y si me ha parecido muy buena, por un momento creí que el lobo se comería a caperucita- En su vos se escucha cierto deje de tristeza y no pasa desapercibida para Micaela quien se separa de mí, y deja un beso en mi cabello antes de levantarse.

-Bueno que te parece si desde hoy, les leo a ti y a Leah una historia nueva cada noche- escucho como se mueve Micaela por la habitación y se dirige a Dae.

-Eso me encantaría señorita Micaela- ahora su voz se escucha entusiasmada y feliz.

-Muy bien, por ahora, vamos a hacer nuestras oraciones y vamos a dormir ¿les parece? - Dice Micaela y hacia los hacemos, una vez que terminamos de orar, Micaela se retira de la habitación y nos quedamos en silencio.

-¿Leah, está dormida?-Escucho la voz de Dae, a través de la oscuridad, pero cada vez que escucho su voz, pequeñas lucecitas de colorea pringan en mis ojitos, eso me gusta, me gusta mucho.