Capitulo 5

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Al terminar las cuatro primeras clases, ya era hora de el almuerzo. Salimos y fuimos en busca de las chicas en nuestro lugar de reunión, por lo cual solo estaba Olivia.

- Ya llegamos.- Dijo Flavio mientras se estiraba para luego bostezar.

- ¿Donde está Lily?¿Aún no a salido?.- Dije para luego sentarme en medio de Olivia y Flavio.

- En un momento llega, fue a ver a un profesor la cuál la lleva muy mal.- Dijo entre risas tapando un poco su boca.

- Hola chicos.- Escuchamos la voz dulce, como si pareciera de una niña. Era Lily quien ya había llegado con un gran entusiasmo.

Respondimos igual con un "Hola" sonriendo, levantándonos para ir a la cafetería.
Íbamos caminando mientras que Flavio contaba chistes graciosos, haciendo reír a Lily pero haciendo sacar de onda a Olivia a la vez.
Al llegar, nos centamos en nuestro lugar, mientras que las chicas iban por su comida para luego ir nosotros.
Al estar ya todos reunidos, comenzamos a comer y aún escuchando a Flavio con sus chistes.

- A que eres tonto, eso no es gracioso.- Dijo Olivia antes de meterse la cuchara a la boca.

- Oh vamos, claro que es gracioso, mira a Lily, ella si lo está disfrutando.- la señala mientras sonreía, al ver a Lily riendo.- Pero saben que es lo más gracioso que hasta ambas van a quedar sorprendidas.- Sonrió Flavio algo picaron. Yo me quedé mirándolo confundido esperando a su respuesta, al igual que las chicas lo hacían.- O si señoritas, mi primo David se disculpó con Allen.- Alzó un poco la voz azotando su mano contra la mesa.
O genial, es enserio.

-¡Queeee!.- Ambas quedaron impactadas con la respuesta, era imposible para ellas lo que Flavio les había dicho. A Lily no le agrado mucho la idea que de un momento a otro, su rostro cambio a uno de tristeza y enojo.

- ¡Wow! Conque David se a disculpado. Eso sí no me la esperaba, el más temido y odiado se ha disculpado. Vaya, no están tan idiota como pensaba.- dijo Olivia entre risas antes de beber un sorbo a su jugo.

- Ya se, lo mismo pensaba, aunque...- No termine la frase al ver a Lily algo desanimada. Genial, ahora está de mal humor otra vez.
Ambos se me quedaron viendo en espera de lo iba a decir, me miraban con cara de bicho raro, hasta que les hice  señas, para que pusieran observar a Lily.
Al percatarse de la situación, Olivia abrazo a Lily cambiando de tema drásticamente acerca de una pequeña fiesta que estaban anunciando en la Universidad. Al parecer eso hizo que se distrajera un poco y le levantara algo de ánimo. Al sonar la campana, era hora de regresar de nuevo a clases. Esta vez me tocaba con Lily en clase de lengua. Nos despedimos de los chicos y fuimos directo al aula.

- Que día a sido hoy...¿no lo crees?- Agrego sin dejar de mirar al frente pasando por la multitud de alumnos.

Sonreí y respondí con un "si", sin decir más. Al entrar a clases vi que la profesora ya estaba adentro esperándonos mientras limpiaba el pizarrón. Esa materia era mi dolor de cabeza junto con Inglés, no entendía casi nada y me iba pésimo en los exámenes, pero por suerte, tenía a Lily, quien se sentaba a lado mío.

Al terminar al fin las clases, iba con Lily para reunirnos con los chicos para así despedirnos he ir a nuestras casas pero no estaba ninguno de ellos, así que decidimos esperar y nos dirigimos a una banca.
No aparecían hasta que Olivia venía en busca de nosotros.

- Lo siento por la tardanza pero Flavio está en enfermería.- Dijo un poco ajitada pues se notaba que había corrido. Pero...¿Flavio en la enfermería?¿Porque?¿Que paso?
Sin decir más, seguimos a Olivia corriendo. ¿Que habra pasado?

Al llegar, como lo había dicho Olivia, Flavio estaba ahí acostado en la cama con un trapo en la frente, estaba chapeado y sus ojos los tenía llorosos.
Nos acercamos a el y Lily fue la primera que pregunto su estado de salud.

-¿Que te ha pasado? Mira nada más como estás.- Tomo la mano de Flavio incandoce para estar al casi vuelo de la cama.

- En plena clase se sintió mal, casi casi estaba desmayandoce.- Respondió Olivia, mirando a Flavio quien casi no podía hablar.

- Será mejor que llamemos a tus padres y vengan por ti, es más que obvio que estés enfermo de gripa.- Dije mientras me ponía enfrente de la cama. No se porque pero ambas se miraron y soltaron una pequeña risa. ¿Había dicho algo gracioso?

- Bueno, iré por una botella de agua, la necesita.- Sonrió pero antes de que saliera, la detuve.

- Yo iré por ella, tú quédate con ellos.- Sonreí y no dije más saliendo de la habitación. Estaba en total silencio los pasillos, vaya, que rápido se han ido todos, aunque se escuchaba algunos ruidos desde afuera por los chicos que entrenaban fútbol americano y las chicas que estaba de porristas.

Al llegar a la máquina y a ver sacado la botella de agua, comencé a escuchar pasos que venían hacia mi dirección. No le tome mucha importancia y seguí con lo mío. Cuando estaba a punto de irme escuché la voz de un hombre quien había dicho "disculpa". Giré para mirar a la persona quien me hablaba.

- Hola ¿Que necesitas?.- Dije mientras jugaba con la botella de agua.

- Tal vez dirás qué soy tonto pero, está escuela es algo grande así que no recuerdo donde está la biblioteca.- Rasco su cabeza mirando a otra dirección.

- ¡Oh! A la derecha, la cuarta puerta.- señale la dirección y sin más decir me fui.

- Oye espera.- Puso su mano en mi hombro la cuál me di la vuelta para observarlo.- Solo quería pedirte disculpas por aquel incidente en la cafetería, por culpa nuestra tú saliste herido.- Agrego mientras posicionada su mano en su nuca.
Me quedé pensando en quien podría ser, que incluso lo mire como un bicho raro. La cuál el soltó la risa de inmediato.- Oh vamos, no me mires así, soy la persona con la que chocaste ese día que iba jugando con mis amigos.- Reaccione a la respuesta de aquel chico.

- ¡Oh! entiendo.- Sonreí y rasque un poco mi cabezas, genial lo había olvidado.

- Por cierto, mi nombre es Evan Gray, vamos en la misma clase, bueno no en todas.- dijo entre risas mientras estiraba su brazo para saludarme.

- Mi nombre es Allen Collins el gusto es mío.- acepté el saludo sonriendo.- Y perdón si te vi como un bicho raro, es que había olvidado quien eras.- Reí a lo cual el igual lo hizo. No agregamos más y nos despedimos. Debo admitir que había olvidado a ese tipo. Pero bueno, eso pasa en todos ¿No?

El popular y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora