Desde el infierno

Recuerdo agrio

- ¿Como te va?-

- Estoy mejor, ellos ya no me molestan -

- Debes aprender a defenderte, eres una chica muy gentil para soportar esos maltratos -

- Estaré bien, no me gusta ser violenta -

- Ser amables no te ayudará en nada, por lo menos déjame ayudarte -

- No quiero que los dañes... estaré bien, solo los evitaré -

Antes, era así de ingenua

- ¡¡¡¿Por qué?!!! -

Mi único amigo estaba tirado en el suelo, cubierto de sangre, no se movía a pesar de agitarlo constantemente, tampoco emitía un sonido a pesar de decir su nombre a gritos; me dijo que corriera y lo hice, no mire atrás solo corrí...debí detenerme, debí haberlo ayudado, cuando regrese el ya estaba muerto, ese día se convirtió en el peor momento que e experimentado, un sentimiento que incluso después de morir se quedó conmigo

-jajaja tu tonto amigo está muerto, bueno ahora no hay nadie que pueda defenderte - hay muchas cosas que no e olvidado, esa voz es una de ellas... - Quédate quieta, te prometo que seré gentil contigo, no dolerá -

Odio las mentiras, dolió, dolió mucho, mentalmente y físicamente;  lo hizo mientras yo miraba el cuerpo sin vida de mi mejor amigo, lo veía directamente a los ojos, sus hermosos ojos que copiaban a la perfección el color del oro puro, eran tan hermosos que  su mirada me hipnotizaba, pero esa vez fue diferente veía sus ojos pero no sé observaba el brillo singular de estos, estaban secos y sin ningún sentimiento en ellos, aún así no quería dejar de mirarlos, no quería ver otra cosa que esos ojos, a pesar del dolor y de la humillación no apartaba mi mirada; cuando él terminó me dejó ahí, como si yo también estuviese muerta, quería estarlo, pensé que lo estaría me desmayé después de eso, pensé que no despertaría, pero lo hice

- Creí que lo había olvidado, pensé que  él ya no estaba en mi mente...Maldito dios, mi hizo recordar uno de los peores momentos de mi vida pasada- Dijo Lilith  mientras contemplaba el atardecer, en un planeta donde decidió parar para descansar un poco - ¡ah! No puedo concentrarme en lo que debo hacer.... tal vez sera mejor  eliminar  primero a los dioses.... empezando con ese maldito - dicho eso desapareció entre las sombras

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Bills: ¡Maldición! Esa estúpida me las va a pagar

Wiss: Nada puede hacer...incluso mi padre no pudo con ella, ni siquiera Zeno-sama

Bills: Es la primera vez que te escucho molesto....

Wiss: Estoy más frustrado que molestó y también un poco asustado....Un demonio con semejante poder no traerá nada bueno

Bills: Parece que te  estás rindiendo, se suponía que tú eres el último en perder la esperanza

Wiss: No hay nada por hacer, ¡¡Nadie!!  a encarado a Zeno-sama y a Daishinkan y vivir para contarlo

Bills y Wiss llegaron a su planeta después de lo ocurrido en el templo de Zeno-sama, Daishinkan quien siempre tenía respuesta y solución a todo, no sabía que hacer, estaba  asustado se sentía impotente, frustrado, los demás ángeles al verlo en así empezaron a copiar sus emociones, inquietos por no saber que hacer, se quedaron en silencio,   ni siquiera Zeno-sama les daba algo de tranquilidad, pues igualmente estaba asustado,  comportándose como un niño pequeño en el apocalipsis, sin más que decir los ángeles se resignaron, llevándose a sus dioses a sus respectivos universos; Nada pueden hacer, no pueden esconderse, no pueden luchar, solo esperarán la muerte