Capítulo 24: El que no reconoció su sangre

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24-El que no reconoció su sangre

**Zangetsu**

Abro la ventana de la habitación de Sen de par en par escuchándole protestar mientras se tapa con la sábana en la cama. Desde que empezó el instituto me cuesta dios y ayuda sacarle de la cama, más que nada porque todavía no ha hecho un día completo allí, va poco a poco, como si estuviera en un periodo de adaptación, lo cual es comprensible, pero tiene que ir controlando su ansiedad si quiere sacarse este curso.

-Sen. Vamos, Sen. YA- levanto más mi voz haciendo que se sienta de golpe en la cama mirándome con unos pelos locos que me hacen resoplar. Le tiro el uniforme sobre la cama viendo como lo mira resignado mientras yo voy hacia la puerta.

-Vístete y péinate en condiciones. Te esperan para desayunar- salgo al pasillo directo a la otra ala de la casa golpeando una puerta con mis nudillos esperando respuesta. Yamamoto me pidió que avisara a su hijo Kenpachi para que conociera a Sen hoy, su primera toma de contacto, pero sin decirle al chico que están prometidos, para ver cómo reacciona Sen al verle.

Abro los ojos cuando empujo ligeramente la puerta y más movido por unos intensos gritos provenientes desde dentro. Puedo ver sobre un futón, el enorme cuerpo de Zaraki Kenpachi moviéndose furioso y brutalmente follándose a uno de los criados más jóvenes que grita desesperado mientras su cuerpo es agitado como el de un muñeco. Cuando Zaraki se corre dentro de él, el chico casi está al borde de la inconsciencia y me estremezco al oír el gruñido animal de Zaraki antes de echar su cabeza hacia atrás y mirarme.

- ¿Qué pasa amigo? ¿quieres unirte? -

-No follo con niños inconscientes- Zaraki mira al pobre criado que apenas se mueve de la tralla que le ha dado y suelta una carcajada antes de levantarse completamente desnudo viniendo hacia mí.

-Seguro que tú los dejas igual de KO que yo- no digo nada mientras él coge un puro de la mesa y se lo enciende para fumar. - ¿Y bien? ¿Qué cojones quieres? -

-Tu padre exige que salgas a desayunar para conocer a tu prometido-

-Ah...joder que fastidio...pero si no me le voy a follar hasta que nos casemos...- de solo imaginarle follándose a Sen tal como ha hecho con este chico, se me sube la bilis a la garganta. Claro que en el fondo lo peor...es que sé que yo le follaría igual de bestia y eso me provoca escalofríos.

- ¿Te le has follado? - abro los ojos al sentir como si hubiera leído mis pensamientos y me tenso. –Sabes que es un Kuchiki, todos los de esa familia están jodidamente follables, lo sé de primera mano-

-Tiene trece años y yo solo soy su protector- Kenpachi me mira de reojo mientras se pone los pantalones y una camisa antes de pasar por mi lado con una sonrisa maliciosa.

-Y una mierda para ti, cabrón mentiroso- le miro de reojo con furia y muerto de ganas por darle un puñetazo, pero él se aleja por el pasillo obligándome a volver al cuarto donde Sen espera ya vestido sentado en la cama. Le hago un gesto con la cabeza para que me siga, ya que por la ira no puedo ni hablar y en cuanto entramos en el salón junto al resto de la familia Ukitake y el patriarca, veo que Sen abre los ojos al ver la figura de Kenpachi.

-Sen-chan, éste es otro de mis hijos, Zaraki Kenpachi ¿quieres saludarle? - veo como Sen traga saliva respirando algo agitado y se muestra tímido al acercarse a Kenpachi para hacerle una reverencia.

-En...encantado de conocerle, soy Kuchiki Senbonzakura...- aprieto los puños al ver la mirada de lujuria de Kenpachi y cómo gruñe de gusto al repasar con sus sucios ojos a Sen de arriba abajo. Dios...lo quiero matar....

-La puta ostia...eres una preciosidad, joder...- todos abrimos los ojos incluso Sen que jadea cuando Kenpachi le toma un mechón de pelo suelto para aspirarlo intensamente.

"El síndrome de la testosterona"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora