♛ Zoᑯɩᥲᥴo ♛

➣One-shot [Aries y Tauro]

Titulo: Charla

Advertencia: Contenido homosexual, si esto no es de tu agrado podés pasar a el siguiente :)

A pedido de ImsoStupid7

Una muy feliz y despreocupada Aries caminaba por los pasillos del colegio, luego de salir del examen de historia, ya que sabía que aprobaría porque Capricornio, su mejor amigo, le había ayudado durante la mayor parte del examen, o mejor dicho; todo el examen.

Mientras llegaba a la cafetería y abría la puerta alguien chocó contra ella. Levantó la cabeza dispuesta a quejarse, y no de una buena manera, hasta que vio de quién se trataba.

- Perdona - Dijo la morocha con los ojos llenos de lágrimas. Para luego pasar por su lado y salir a paso rápido con la mirada baja.

Aries se quedó helada ahí mismo, hasta que Capricornio le habló haciéndola reaccionar.

- ¿Aries estás ahí? -La chica lo miró - Ay, que alivio, me estabas asustando.

- ¿Que le pasó a Tauro?

- Oh, ella se acaba de ir. - Le dió una mirada dando a entender que ya lo sabía - Su novio término con ella y luego de hacer eso, se beso con otra chica en su cara, por lo que escuché.

- Maldito idiota. -Dicho eso salio corriendo en busca de la chica.

Luego de estar buscándola durante todo el tiempo del almuerzo sonó la campana dándole a entender que tenía que ir a su clase, unos cuantos minutos después dándose por vencida fue hacia el baño, hace horas tenía ganas de ir.
Justo al abrir la puerta dos chicas se chocaron contra ella. ¿Que acaso se iba a chocar con todo el mundo hoy?

- Fíjate por dónde caminas. - Le dijo una de ellas, pero la ignoro y camino hacia uno de los cubículos, mientras repetía lo que le dijo con voz chillona.

- Fijiti por dindi ciminis, mi mi mi. ¿Por qué no te fijas tú? - Entro a un cubículo y dejó salir todo lo que estuvo reteniendo durante todo el día, acompañado de un suspiro de alivio.

Y a su lado se escuchó una risita, la chica se tensó, creyó que estaba sola.
Se inclinó un poco logrando ver unas botas negras, unas botas que conocía muy bien, esas botas eran de Tauro.

Se sonrojo sabiendo que había escuchado todo, se limpió y salió de ese espacio pequeño que sentía que le quitaba el aire, para acercarse a el lavabo y limpiarse las manos, mientras decidía si hablarle o no.

Luego de minutos decidiendo y sin escuchar nada por parte de la chica, se acercó a la puerta y la abrió un poco queriendo salir de ahí, hasta que escuchó un resoplido, y maldiciendo internamente soltó la puerta y se acercó al cubículo donde se encontraba Tauro.

Temblando tocó suavemente la puerta con sus nudillos. - ¿Hola? - Rápidamente la chica se secó la lágrimas pero no contestó, Aries no se iba a rendir, quería oírla. - ¿Te... te encuentras bien? - Aún no contestó. Aries debatiendo en seguir hablando o no, dijo: - Oí que Leo terminó contigo... - Y maldijo internamente una vez más, porque la chica dentro soltó un bajo sollozo para luego dar un resoplido.

- Genial, ahora todo el mundo lo sabe - Su voz sonó débil, cualquiera al escucharla se hubiera dado cuenta que estuvo llorando.

- Si me permites decirlo, Leo es un idiota. - Aries sonrió levemente.

Tauro río un poco y secándose las lágrimas se puso de pie abriendo la puerta. - Es un maldito imbécil.

Aries río y observó cada detalle del rostro de la chica, sus labios rosados con un poco de brillo, sus hermosos ojos que alrededor estaban rijosos al igual que su pómulos, y se dió cuenta que era aún más hermosa de lo que creía. Sonrió de lado y dijo

- ¿Te encuentras bien? - Tauro miró al piso y asintió, claramente mintiendo. La chica achico los ojos mirándola.

- ¿Que? Estoy bien, enserio. - Sonrió un poco.

- Ajá, y yo hablo muy poco. - Ambas rieron. Dios como amaba la risa de esa chica. - Oye... - La campana sonó interrumpiendo la.

- Dios mío, me perdí clase de química. - Tauro camino hacia el espejo para arreglárse un poco.

Aries camino hacia ella y estaba apunto de continuar lo que iba diciendo, pero alguien entro por la puerta interrumpiendo la nuevamente. Eran las molestas amigas de Tauro, que al entrar vieron a Aries con una mueca para después ir corriendo hacia su amiga y comenzar a decirle y preguntarle muchas cosas a la vez. Tauro por su parte trataba de que se callaran un segundo, Aries no la culpaba parecían dos cotorras en celo peleando, según ella.

- Si, chicas luego les diré todo. - Dijo Tauro consiguiendo que se callaran. - ¿Me esperan en mi casillero?

- ¿Que? ¿Por qué? - Pregunto una de ellas, miro hacia atrás para luego volver a la chica - ¿Acaso te quedarás con... Ella? - Susurro muy poco bajo, para que Aries no escuchara pero si lo hizo.

- No, solo olvidé mi chaqueta en el cubículo. Luego las alcanzo ¿Si?

- Okay, pero no te tardes tanto. - Dijo la otra chica de cabello rubio.

Luego de eso las chicas salieron de allí dejando nuevamente a ambas solas.

- No hacía falta que te quedes aquí, podías ir con ellas - Dijo de inmediato la Ariana.

- En realidad si, quería agradecerte o eso creo, porque sin ti te aseguro que no hubiera salido de ese cuadrado en horas. - Sonrió - Y además si dejé mi chaqueta en el cubículo.

- Oh... - Aries se acercó y efectivamente está su chaqueta de mezclilla por lo que la tomó y se la alcanzó. - Tomá.

Tauro la agarró y se colocó - Gracias. Ah, antes de irme, me gustaría saber tu nombre, ya que tú sabes quién soy yo también quiero...

Qries se sintió un poco mal de que no supiera quien era, pero solo compartían dos o tres clases, así que no le dio importancia y contestó - Soy Aries..

Repentinamente la Taurina se le acercó y la abrazó despacio por el cuello, la otra chica se quedó congelada pero luego reaccionó abrazándola también por la cintura. - Gracias otra vez. - Le susurro al oído, lo que le causó escalofríos a la chica. Al separarse Tauro camino de espaldas hacia la puerta sin dejar de mirarla dijo: - Ya debo irme, ¿Nos vemos después? - La Ariana asintió y saludo con la mano. Tauro abrió un poco la puerta y apenas iba a salir se dió media vuelta. - Por cierto me gusta tu nombre. Aries... - Sonrió, y desapareció por la puerta, sintiéndose extrañamente feliz.

La chica dentro de quedó sin aire al oír que decía su nombre, luego de recordar todo lo que pasó; su charla, el abrazo, el que quedarán para verse luego, el que ya la conociera. Comenzó a reírse y festejar dando saltos, hasta que otras chicas entraron y ella algo avergonzada pero con una sonrisa gigante salió de allí.
Había conseguido una cita, según ella, con la chica que la volvía loca desde hace años, con la hermosa Tauro.

•°•°•°•°•°•°•°•°•°•

7u7