Ya había amanecido, cuando una alarma sonó siendo Perú quien la apaga para comenzar su rutina, fue a la cocina a preparar el desayuno. Esto no le tomo mucho haciendo que vuelva a la habitación para despertar a su pareja que aún seguía durmiendo.
-Amor ya despierta que el desayuno está listo- decía el menor dando un beso en la mejilla al tricolor que comenzaba a despertar.
Luego de esto saco la ropa de su clóset comenzando a quitarse el polo, pero sintió unas manos tocar su espalda para después ser abrazado por el mexicano que le comenzó a besar.
-Mex me haces cosquillas- decía el menor ruborizado siendo ignorado por el tricolor.
-Solo un ratito mas- insistía el mexicano siguiendo con aquellos besos que iban desde la mejilla hasta la clavícula del blanquirrojo.
Así pasaron unos cuantos segundos más hasta que Perú se suelta del agarre poniendo una mirada de incomodidad creando un poco de molestia en México que arregañasientes hizo caso a su pareja.
El mexicano se encontraba en el comedor ya listo para comenzar su día, dio un sorbo a su café esperando al peruano que aún no salia, solo fue cuestión de unos minutos hasta que sale el ya mencionado provocando una sonrisa en el tricolor que no pasó por alto.
-Que es tan gracioso?- preguntó inocente el menor.
-Te ves como un adolescente que recién va iniciar su carrera- decía el mexicano tomando otro sorbo de cafe- Pero se te ve muy adorable.
-Bueno este adolescente de 25 años ya debe irse- dijo tomando una bolsa de papel con su refrigerio.
-Te llevo o te iras en tu moto- cuestiono el tricolor esperando la respuesta.
El peruano estaba con sus llaves en mano para acercarse a su pareja.
-Mejor me voy en la moto, cuídate amor- dijo el menor dando un beso en los labios para luego tomar su casco.
El menor condujo lo más rápido que pudo pues no quería dar una mala impresión a su jefe.
Subió al ascensor, esperando hasta llegar al piso correspondiente e ir hacia su lugar, cuando el ascensor se abrió camino algo rápido viendo cómo el español gritaba al chileno que solo bajo la cabeza asintiendo de vez en cuando.
Perú solo llegó a ver eso porque se dirigió rápido hacia su lugar sentándose en su escritorio prendiendo rápido la computadora.
Miro unos segundos para ver a qué hora aparecería el de una estrella que estaba muy enojado, al ver eso se dispuso a esperar a que se prendiera el aparato hasta que sintió una mano chancar su escritorio haciendo ruido.
-Buenos días señor- hablo el menor soltando una sonrisa de lado.
No recibió respuesta viendo cómo se iba el de una estrella hacia su oficina llevando consigo muchos documentos, lo cual se le hizo raro al bicolor que lo siguió.
-Señor quiere que le ayude en algo- decía dejando la puerta entre abierta mirando la frustración en los ojos del más alto.
-No crees que si quisiera ayuda te la hubiera pedido- contesto el más alto- Solo hazme una copia de mi intinerario y especificaciones de las horas de mis reuniones.
-Esta bien señor- dijo cerrando la puerta para iniciar sus labores.
Narra Perú:
Volví a mi lugar, sintiendo como si debería haber insistido, pero no podía obligarle. Solo había pasado 15 minutos desde que me ordeno hacer su intinerario.
Mire nuevamente la hora y vi que llegaría tarde a una reunión, me levanté y camine rapido para avisarle. Ahí fue cuando lo vi, todo estresado e inmerso en varios documentos junto a algunas cajillas de grapas con una engrapadora algo grande que se atascaba.
Aclare la garganta para lograr llamar la atención de aquel país que lucía muy estresado- Señor su junta comenzará en 10 minutos debe apurarse.
Su expresión era de frustración, mientras seguía tratando de hacer funcionar esa engrapadora que solo producia chirridos estresantes, suspiré para acercarme.
-Señor porfavor, déjeme ayu- - retrocedí casi al instante al ver cómo la engrapadora cayó a mi antebrazo, el miedo me impidió seguir hablando.
No sabía que decir en esos instantes, lo único que hice fue recoger aquella engrapadora para luego salir, y escuchar como se estrezaba aquel país diciendo algunas palabras raras y poco entendibles.
Se notaba su estrés en todo lo gritaba, decidí ir por un vaso de agua, necesitaba recuperar el aliento después de ese enfrentamiento.
Regresé a ver si el de una estrella ya estaba más tranquilo para hablar algo coherente, pero cuando llegue ya no estaba.
Me acerqué al escritorio para aunque sea acomodar los documentos que estaban muy desordenados, salí rápido para no llamar la atención de nadie.
××××××
Ya había anochecido, el blanquirrojo se quedó un poco más para terminar algunas cosas que le había dicho el de una estrella.
Se acomodo en su mesa sintiendo un dolor en su antebrazo, se remango la ropa fijándose de un moretón.
-Deberias volver ya a tu casa- hablo España mirando al peruano que solo asintió con la cabeza guardando sus cosas.
Ya en el pasillo pudo ver vagamente al español regañar nuevamente al chileno que estaba agotado, se fue sin más debido a que desde aquel accidente ninguno quiso hablar del tema.
En fin, ya en su hogar es recibido por el mexicano que casualmente llegó junto con el menor, al entrar al hogar ambos van a cambiarse con algo más cómodo.
Fue ahí cuando el tricolor se voltea a ver al bicolor cambiarse para darse cuenta que tenía un golpe, preocupado se acerca para ver mejor ese golpe.
-Pero que te paso- decía un mexicano muy preocupado viendo cómo el menor guardaba silencio- ¿Quien te hizo esto?
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Alguien para ti
FanfictionChile, un joven de 27 años recientemente fue ascendido a director general de la empresa donde trabajo por mucho, debido a ello por órdenes de su jefe le asigna un secretario quien aun no posee mucha experiencia pero lo compensa con su actitud y sus...