These Petals on my Tongue

Capítulo Único

Bakugou no estaba enamorado, no lo necesitaba. El amor era solo una debilidad que lo retrasaría en su camino a ser el héroe número uno, algo que podía ser usado en su contra, así que no lo necesitaba, ni siquiera un poco.

Sin embargo, era una mentira, de otra forma no estaría escupiendo brillantes pétalos amarillos de tulipán en el suelo del cuarto de entrenamiento.

Gruñó mientras recolectaba los pétalos con sus manos, explotándolos, haciéndolos cenizas; no podía permitir que esto ocurriera cada vez que trataba de entrenar o alguien estaría destinado a notarlo. Pero desde el jodido festival deportivo había ido empeorando, especialmente cada vez que veía al bastardo mitad y mitad mirando al imbécil de Deku. Otro gruñido escapó de sus labios ante el pensamiento, no había forma de que Todoroki lo tomara en cuenta si estaba enamorado de alguien como Deku, no es que quisiera que el bastardo mitad y mitad lo hiciera, pero como había dicho, no necesitaba el amor.

Bakugou bufó y se impulsó para volver a estar de por, dándose vuelta para intentar continuar su entrenamiento, solo para encontrarse frente a frente con Uraraka, cuya mano estaba cubriendo su boca y sus ojos muy abiertos en un claro gesto de sorpresa, dejó escapar un chasquido, amenazando peligrosamente con sus manos emitiendo chispas. — ¿Qué demonios quieres, cara redonda? ¡Quitate del medio y deja de mirarme, joder! —

Uraraka negó con la cabeza, su mano bajando mientras lo veía con determinación. — Tienes hanahaki — no era una pregunta, había visto los pétalos, lo vió toser y joder hasta que los escupió en el suelo.

— ¿Qué demonios te importa? — ladró dando unos pasos a su alrededor para tomar las pesas que había estado usando antes de que el ataque de tos comenzara, tiró de ellas desde donde estaban y las movió para ponerlas de nuevo en su lugar, pero una mano en su brazo le detuvo.

Se giró hacia Uraraka, la molestia clara en su rostro mientras ella comenzaba a hablar. — ¿Cómo puedes estar tan tranquilo al respecto? ¡Podría matarte! ¿Cómo es que tienes hanahaki? Eres tan... — sus palabras murieron en su boca, insegura de lo que diría si continuaba aquella línea de pensamiento.

— ¿Tan qué? Anda, ¿Qué ibas a decir? ¿Incapaz de amar? Obviamente no. — un gruñido salió mientras ella bajaba la mirada, su rostro sonrojado con culpa y frustración. — Si, bueno, adivina qué, me importa una mierda lo que pienses, o lo que los estúpidos doctores digan al respecto, no voy a morir por algunos estúpidos tulipanes. —

Uraraka parpadeó sorprendida. — ¿Entonces vas a decirle? ¿Quién es? —

Bakugou resopló. — Joder, no, no le voy a decir, no necesito algún estúpido extra siguiéndome como un cachorro, solo necesito hacer que se vaya por mi cuenta. — ella casi no escuchó las siguientes palabras, su cabeza hacia otro lado y su voz tranquila, era obvio que no se suponía que escuchará. — Además, él está enamorado de alguien más. —

Su corazón se apretó, particularmente no le gustaba Bakugou pero aquellas palabras y la forma en que su voz sonó tan vacía cuando las dijo. — Oh Bakugou, lo siento mucho. —

Inmediatamente, Bakugou estaba de regreso a la normalidad, su voz tensa mientras le gritaba. — ¿De qué demonios te estás disculpando? No es tu culpa que ese idiota de Deku sea mejor que yo en todo. —

Uraraka jadeó. — Deku... ¿Eso significa que estás enamorado de Shouto? Oh por Dios... ¡Estás enamorado de Todoroki! — esperaba que él gritara, se enojara y amenazara con explotar su rostro, pero no esperó que sus hombros cayeran o que suspirara pesadamente mientras se sentaba en un banco.

Llevó sus manos a su rostro, sus dedos jugando con su cabello rubio mientras hablaba. — No le digas a nadie, yo puedo... Necesito lidiar con esto por mi cuenta. — se giró para verla de frente, Uraraka no pensaba que alguna vez lo hubiera visto con aquella expresión, se veía... triste. — Necesito tiempo para decidir que coño voy a hacer. —