Capítulo 63

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Pov Poché

Hoy opte por sentarme en el asiento del copiloto junto a Santiago, solo esperaba que mi amor no se enterara sabía que se pondría de mal humor, así que sería un pequeño secreto entre él y yo, en poco tiempo él se convirtió en un buen amigo, y al momento de entablar una conversación se tornaba muy interesante, donde hablábamos de todo un poco.

-Le envié un mensaje a mi amor al ver sus llamadas perdidas, guarde el móvil y me entretuve hablando tranquilamente con Santiago, íbamos un poco rápido hacia el la mansión de Calle, donde nos quedaríamos unos días, cuando un camioneta de vidrios polarizados nos cerró el paso haciendo que Santiago frenara de golpe y otro carro nos impactara en la parte trasera, como era una Autovía tan solitaria nadie nos auxilió.

-Vimos como tres hombres fuertemente armados se bajaron de una camioneta negra y con unos bates de béisbol golpearon las puertas y ventanillas de la limusina, haciendo que yo entrara en pánico y mi ansiedad apareciera, Santiago como pudo desenfundó su arma de dotación para tratar de defendernos de aquellos hombres.

-Empecé a llorar sin control al ver que nada podíamos hacer desde adentro primero éramos dos contra tres gorilas, segundo Santiago no se atrevía a usar el arma ya que si bajaba una de las ventanillas les daría la ventaja a ellos y atacarnos.

-Trate de llamar a mi amor y me fue imposible me bloquee y entre en shock, en una fracción de segundo escuche muchas detonaciones provenientes desde afuera, haciéndome volver a la realidad... pero no veía nada debido a la cantidad de humo que salía del motor del vehículo.

-Mientras seguían disparando en repetidas ocasiones a la limusina Santiago me dijo que quitaría los seguros de las puertas y que saliéramos a correr, le dije que ni loca haría eso y menos con ellos ahí afuera estando armados.

-Me tomo por los hombros y me dijo que mientras él los entretenía yo corriera tan rápido como pudiera, para buscar ayuda, me negué a dejarlo solo con ellos.

-Poché tu vida es más valiosa que la mía, no es cierto Santiago, ya te dije que no me voy a ir, si te pasa algo la señorita Daniela no me lo va a perdonar nunca en mi vida, no seas tonto no nos va a pasar nada, sé que si me voy sola no llego ni a la esquina.

-Entre más discutíamos los minutos estaban en nuestra contra, sin ponernos de acuerdo, sentimos otro golpe fuerte en el vehículo al lado de mi puerta el cual me hizo golpear la cabeza haciéndome ver todo oscuro, de ahí no supe que más paso.

-No sé cuánto tiempo estuve desmayada, trate de moverme y me fue imposible tenia mis manos hacia atrás atadas con cintas de amarre de plástico, moví mis pies y los tenia también atados, abrí los ojos lentamente pero una tela negra me cubría todo el rostro e impedía ver adonde me llevaban.

-La cabeza me dolía fuerte y sentía algo extraño en mi frente, me hice la dormida para que no se dieran cuenta que ya había recobrado el conocimiento, intente respirar sutilmente evitando un nuevo ataque de ansiedad.

-Mientras yo trababa de moverme con cautela para saber si Santiago iba conmigo aquellos gorilas, hablaban en Alemán y tal vez creían que yo no les entendía, pero yo lo hablaba tan bien como ellos... y supe que todo fue orquestado por Victoria y mi ex jefa Judith.

-Por poco mi mandíbula cae al suelo, al haber escuchado el segundo nombre, me llene de rabia al saber que ella había ayudado a la ex de Calle, por una parte entendía que Victoria estaba así por el juicio, pero no sabía porque Judith estaba involucrada en todo esto.

-Me llené de nervios y miedo de solo pensar en lo que nos podrían hacer, no sabía qué intención tenían ellas y por qué planearon este secuestro, tenía tantas preguntas en mi cabeza pero sin respuestas.

-En mi interior solo quería saber que Santiago estuviera bien, me quitaron bruscamente la bolsa de tela del rostro y pude ver a Santiago muy golpeado en frente mío, al igual que yo estaba atado y también con su rostro cubierto.

-Como pude enfoque la mirada hacia afuera atraves del cristal, pero para mí desgracia no podía reconocer el lugar en el que nos encontrábamos, y menos la carretera por dónde íbamos.

-El auto en el que estábamos se detuvo en una zona boscosa, y a lo lejos se veía una casa abandonada, creí que nos iban a matar y nos tirarían allá, así que empecé a gritar para que Santiago se despertara, lo único que hice fue hacer enfurecer uno de ellos y me puso cinta adhesiva en la boca... y me dijo "du willst sterben" (quieres morir).

-Por suerte Santiago despertó y empezó a moverse de manera brusca ellos se percataron y le quitaron la bolsa de tela que le cubría el rostro y se burlaban de él, estaba muy golpeado y casi ni podía abrir los ojos producto de los golpes que le propinaron.

-El me miro a la cara pidiéndome calma, asentí con la cabeza indicándole que lo haría, aunque en aquel momento yo era un mar de lágrimas y en ese estado yo no me controlaba, pero debía hacerlo en contra de mi voluntad para preservar la vida de los dos.

-Entramos a ese horrendo lugar lleno de basura y en total abandono lo único que pedía era que no me separaran de Santiago, sin él sabía que no sobrevivía ni un día sola, uno de los gorilas traía alcohol gasas y nylon para suturar mi frente que por cierto no paraba de sangrar y ya me estaba doliendo demasiado. 


CPonylunatico


(Volví se que l@s tenia abandonad@s , espero que el capítulo de hoy les parezca interesante y les guste si es así no olvides votar por la historia, gracias por toso su apoyo y espera) besos byeeeee

BLANCO Y NEGRO - CACHÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora