Carta de una feminista empoderada.

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No sé cuántas veces me ahogué

cuanto me desfogue, 

cuántas veces me desperté 

y me enderecé, 

la falda después de una noche

en la que te espere 

amable y caballeroso

pero en cambio solo fuiste un asqueroso.

Títere de tus amigos,

que me decía que quería cambios

y me lo hacía sin ánimos

para impresionarlos o ser destacado,

además de un poco recatado.

Con tan poca gracia

que parecía una desgracia.


No vengas ahora diciendo que me amas,

tu me utilizaste como la mejor de tus armas

para sorprender a tus amigos de que me follabas.

No, no quiero tu compasión,

ya no me hace ilusión

esperarte hasta el atardecer 

porque ahora sé que no vas a aparecer,

nunca más, ni tampoco quiero,

cuando ahora lo digo sé que estoy en lo cierto,

no vengas de mosquito muerto,

buscando mi consuelo

porque ya no me tiraras por el suelo.


Ahora tengo mejores hobbies, 

diferentes outfits

que lucir lejos de ti

y de tu panda de amigos

que solo me miran ambiguos .

Ahora cuando paso por la calle

sin pensar en recuerdos antiguos,

tampoco te echo la culpa

pero si te inculco

que te busques un poco,

que no te pegues como un moco,

que no vayas de buscón

detrás de todas las tías 

que te dejas en el buzón

de un portal,

después de consumar,

lo que te queda de cigarro,

porque eres un guarro sin corazón,

ni razón para vivir

porque los tíos como tu

no deberían existir

porque teneros aquí es malvivir,

y que desaparezcais es recibir

una clara alegría

que no se compara

con la alergia que me causais.


Que os vayáis,

que os pireis, que si volvéis 

os haremos pedazos. 

porque no somos vuestros estropajos

con los que limpiáis, 

la mierda que teneis

y si no me crees mira en Internet, 

"¿que te molesta más,

una pared pintada

o una mujer violada?"


Porque yo no quiero

que esto siga así,

seré mi propia abogada

y ya no seré aterrorizada,

si no que todas nos uniremos

y formaremos una colmena,

y ya no nos diréis

"mira que tía más buena"

porque somos libres y invencibles,

y os damos la vida,

joder, ¿cuándo recibiremos

una sonrisa agradecida?

o ¿una igualdad equitativa?

si, que domine

y que podamos ir solas por la calle

sin que ningún hombre nos araque.


Que nos dejéis vivir ,

que sin nosotras no podéis ni existir,

que seamos todos iguales,

que nadie se preocupe a que hora sales,  

que no quiero que se diga,

ni hombre ni mujer

si no, ser humano

tampoco necesitamos un cirujano

que cambie nuestro aspecto

ni forma de pensar,

si  no tener ganas de ayudar,

de cambiar esta sociedad. 

Enseñarles a ser justos de verdad.

Journal de MaeroribusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora