So Sweet (Yoonmin)

Primera Parte

Narra Jimin

Miro por la ventana del restaurant mientras que entre mis manos tengo un poco de vino que espero y pueda calmar mis nervios. El líquido rojizo se movía de un lugar a otro al igual que mi mano, y mis fosas nasales de llenaban de aquel aroma a alcohol.

Cierro los ojos para disfrutarlo aún más y le doy un sorbo, sigo mirando entonces por la ventana y pienso en la extraña proposición de Yoongi, la cual fue una sorpresa al igual que el beso que me dio frente a todos el día de la boda de Jungkook.

_ Hey.- una mano cálida me toca el hombro.- He llegado tarde, disculpa.- dice para luego sentarse.

_ No te preocupes...- contesto.

El asiente y le hace señas al camarero para luego pedir algo de tomar, el chico se va para traer su orden y una vez solos el me mira fijamente.

_ ¿Ya viste las fotos Taekook?- pregunta de repente.

_ Si, parecen estar pasándola bien en su luna de miel.- digo riendo.

El camarero llega y sin esperar le da el primer sorbo a su bebida.

_ ¿De que querías hablar?- pregunto mientras juego con la botella entre mis manos.

_ Acerca de eso...- suspira.- Quería disculparme, creo que no debí hacerlo.- murmura.

Suspiro con fuerza, ya me esperaba esto.

_ ¿Entonces?- pregunto en un susurro.

El no responde y sólo mira por la ventana, ha comenzado a nevar un poco. Los copos de nieve caen lentamente y se aglomeran en suelo, por unos segundos eso parece ser lo más interesante de aquella situación. Ninguno de los dos habla, la situación se tornó tensa sin poder evitarlo.

_ ¿Por qué me besaste?- pregunto.

_ Porque quise.- contesta y me mira a los ojos.- Quería saber que se sentiría besarte.- concluye.

_ Esa no es una respuesta...- murmuro.

_ Lo es para mí.- dice.- ¿Esperabas que dijera algo diferente?- pregunta.

Le miro fijamente unos segundos y asiento con la cabeza, siento un nudo en la garganta que me advierte que pronto lloraré. La verdad es que ese beso me hizo volar, y estúpidamente había creído que ese sería el primer paso hacia algo verdadero.

_ La verdad es que...- le interrumpo.

_ No puedo seguir con esto.- digo mientras dejo dinero

sobre la mesa y tomo mis cosas.

Salgo del restaurant y la brisa fría golpea mi rostro, me pongo entonces el abrigo que traigo conmigo al igual que una bufanda. Comienzo a caminar y veo que las calles están vacías, todos parecen estar en sus casas o en un lugar calido.

_ Jimin.- su voz me aturde y me hace titubear en cuanto a si debo seguir caminando o no.

Me detengo y al girarme veo que Yoongi me ha seguido, sus manos están metidas entre sus bolsillos para guardar el calor. Sus ojos me miran fijamente y

con pasos lentos se acerca a mí.

_ La verdad del porqué te cité aquí...- suspira.- Es porque quería disculparme por todo lo malo que he hecho, y por haberte besado...- le interrumpo.

_ Basta, por favor...- digo a punto de soltarme a llorar.

Doy pasas hacia atrás mientras que él se va acercando.

_ No debí hacerlo porque no lo merezco...- dice y ambos nos detenemos.- He sido un idiota, lo se...- suspira.- Pero en realidad te quiero Jimin... No puedo ocultarlo y mucho menos negarlo.- sonríe con tristeza.-

Tengo miedo de que sea tarde...- susurra.

Yo me quedo en silencio, siento que estoy en un extraño sueño donde Yoongi me ha dicho que me quiere, aunque sé que eso puede ser imposible.

_ Yo...- me callo.

No tengo palabras, no sé qué decir.

_ Jimin, yo...- se acerca rápidamente para evitar que yo me eche a correr.

Una vez frente a mí me toma de la cintura y no es hasta que siento la calidez sobre mis labios, que caigo en cuenta de que él me está besando de nuevo. Cierro los ojos y pongo mis manos sobre su pecho, su calidez es tan reconfortante que casi olvido que estamos en medio de la calle con nievo cayendo sobre nuestras cabezas.

Él se aleja poco a poco de mí y yo mantengo mis ojos cerrados, siento que si los abro toda la magia se esfumará. Siento entonces leves caricias en mis mejillas y una risita traviesa me hace estremecer.

_ ¿Quieres ir a otro lado?- pregunta con voz ronca.

Decido entonces abrir mis ojos lentamente, y una vez abiertos el me mira fijamente, sus oscuros ojos chocan con los míos y sus finos cabellos reposan en mi frente. El sigue acariciando mis mejillas esperando una respuesta.

_ Contigo...- coloco mi mano derecha sobre la suya.- Iría a cualquier lugar...- concluyo.

Él sonríe ampliamente y me vuelve a besar despacio, con suavidad y con una delicadeza que me eriza la piel por completo. Jadeo sobre sus labios y él sonríe orgulloso, sabe que sus besos me dejan aturdido y ansioso de más.

_ Has dicho las palabras mágicas Jimin...- susurra y me toma de la mano para ir hasta su auto.

Subimos y el comienza a conducir, mientras tanto miro mis manos ansioso por aquella situación, ahora estamos en su auto con los corazones y respiraciones agitadas, como si hubiéramos corrido una maratón.

Le miro y el me imita para luego poner la vista en la carretera, veo un extraño bulto entre sus piernas y me enrojezco al saber que he sido yo quien lo ha producido. Sin querer me muerdo los labios y sonrío.

_ No me provoques Jimin.- gruñe.- Deja que sea yo quien te muerda esos carnosos labios.- añade.

Mis mejillas se calientan cual si fuera el mismísimo infierno y desvío la mirada para así mirar por la ventana, una presión entre mis piernas, la cual es bien conocida para mí, se hace presente, y eso me hace

sentir avergonzado.

Río entonces sin poder evitarlo, es gracioso como terminamos en este punto.

_ Bien, aquí es...- susurra.

Ambos nos bajamos del auto y caminamos en silencio hasta el ascensor. Mientras que los números cambian y nos indica que vamos en subida, nuestras respiraciones se vuelven más sonoras y nuestros cuerpos parecen desprender fuego.

Hace calor en el ascensor a pesar de tener aire acondicionado, ambos notamos eso y reímos entre nosotros para luego tomarnos de las manos. El sale primero y me guía por el largo pasillo que debemos pasar antes de llegar a su departamento.

Una vez frente a la puerta el suelta mi mano y abre la puerta lentamente, se gira entonces en mi dirección y me mira unos segundos. Yo mantengo la mirada y mi corazón comienza a latir cada vez más rápido, mis manos sudan y mis piernas parecen querer desfallecer.

_ Jimin...- su voz gruesa me hace estremecer.- ¿Estás seguro de esto?- pregunta.

Yo me muerdo el labio inferior y asiento con la cabeza para luego sonreír, por supuesto que estoy seguro de esto. He soñado con ello desde que le

conocí y no podría ser un cobarde a estas alturas.

_ Yo...- me acerco con pasos lentos.- Estoy seguro...- contesto.

El me extiende lamano y yo sin dudar la tomo, esto es lo que había querido siempre