Todas las noches antes de dormir siempre dejo la puerta de mi habitación abierta, al no haber ventanas el calor inunda el lugar. Sin embargo, en el pasillo del cuarto justo al frente de la puerta hay un agujero en el techo que da al ático de la casa.
Todas las noches a la misma hora observo el agujero durante varias horas, sin desprender mi vista observo lo que parece ser un animal viéndome fijamente... nunca le he prestado mucha atención.
Todas las noches me levanto a la misma hora por esa extraña sensación de ser observado. Hasta que decidí esa misma noche ver que había en el ático. Tome una linterna y subí al lugar en busca del molesto animal que perturba mi sueño.
Todas las noches hubiera evitado subir al ático por simple miedo... pero esa noche me llene de valor para investigar que era ese animal que no dejaba de verme. Subiendo esperaba un lugar lleno de cajas, basura, mugre y polvo. Sin embargo, lo que encontré fue un lugar despejado lleno de polvo al igual que telas de arañas. Tras encender mi linterna inmediatamente ilumino todo la habitación vacía... con mucho temor a esperaba algún animal salvaje dispuesto a atacarme... Pero nada. Nada en absoluto salvo por el agujero que siempre observo.
Me acerque al agujero para buscar al animal pensando que pudo haber escapado saltando. Pero lo que vi me dejo hipnotizado, una figura se encontraba acostado en mi cama observándome fijamente.
Ahora todas las noches me observo a mí mismo.