El Ángel De La Muerte ( jibaku shonen hanako-kun )

cap 1

(Nota: le puse nombre al personaje pero si quieren pueden imaginar que es TN. la imagen de arriba es cómo una guía)

En los pasillos de la escuela Kamome se encontraba un grupo de pequeños espectros que corrían con su tesoro. Ya que eran seguidos por cierto exorcista que les seguía el paso . 

El grupo corría a gran velocidad por los pasillos buscando perder al exorcista. 

Cuando cruzaron en una esquina chocaron con alguien y se quedaron paralizados al pensar que habían sido atrapados.

- hey ¿por que corren? - dijo la chica con la que habían chocado, esta tenía una voz dulce y suave. Sin embargo de ella emanaba un aura peligrosa por alguna razón.

Salieron de su pequeño shock, se asomaron hacia el pasillo por donde vinieron y vieron al rubio mirando hacia los lados hasta percatarse de el grupo y dirigiéndose hacia estos.
 
Ellos volvieron a correr dejando en él lugar de la chica el tesoro que traían .

- ¡ esperen ! - eso fue lo que dijo el rubio antes de chocar también con la chica en la misma esquina haciendo que los dos  cayeran al suelo.

- ouch - dijo ella con los ojos cerrados mientras que se agarraba la cabeza con las manos, cuando chocaron ella se golpeó la cabeza con el pecho del rubio.

- discúlpame ¿estas bien? - escuchó que dijo la persona frente a ella.

Abrió los ojos encontrándose con la escena de el chico rubio y ojos azules con un tono rojizo en su rostro, tendiéndole la mano para que se levantara.

- si, no te preocupes- dijo la chica aceptando  su mano y sonriendole se levantó del suelo.

El chico se sonrojó de vuelta y miró hacia otro lado. Tenía una sonrisa linda, parecía una muñeca delicada de porcelana con un rostro dulce al igual que su voz, su cabello blanco con puntas crema, le recordaba un café expreso.

En el momento de alejar su mirada de la joven recordó la razón de la carrera  y empezó a buscar con la mirada el objeto o a los ladrones. La albina se dio cuenta de esto y preguntó.
-¿buscas algo?-

-¿a? Si, ¿no has visto un pendiente rojo-  la ultima ves que se lo quitaron no se había dado cuenta y su amigo espectro terminó cayendo de una ventana para recuperarlo ...que raro es decirlo así

-mm... ¿es este?- la chica sacó el pendiente de su bolsillo.

-si es ese gracias - le aceptó el objeto y se lo puso rápidamente.

Se volvió a fijar en ella... no la había visto antes en la escuela.
Se quedó uno o dos minutos mirándola fijamente.

-hey ¿por que me miras tanto?- dijo con una sonrisa y el se sonrojó al instante

 - p-por n-nada ...casi lo olvido- dijo golpeándose leve mente la cabeza - déjame presentarme soy Minamoto kou de tercer año de secundaria- dijo esbozando una sonrisa - ¿y tu eres?- 

-¿yo? Yo soy Ume Mizuki de primer año de preparatoria- dijo sonriendo también con los ojos cerrados -gusto en conocerte Minamoto kou-

-sempai- repitió perdido en sus pensamientos.

-¿puedo llamarte así verdad?- un poco preocupada pensaba que de alguna manera pudo haber ofendido al chico.

- o c-claro- dijo aún un poco aturdido - pero si quieres puedes llamarme Minamoto-Kun, así me dicen la mayoría de las personas-

-entonces...¿puedo llamarte Minamoto-Kun?- 

-por supuesto- 

Ella sacó el teléfono de su bolsillo ya que estaba vibrando - tengo que irme...¿nos vemos luego Minamoto-Kun?-

-claro- fue lo que dijo en respuesta antes de que ella diera media vuelta se fuera por el pasillo y terminara por desaparecer en otra esquina.

El se quedó un momento en el mismo lugar hasta que vio como el mismo grupo de Mokkes se movía hacia otro pasillo con su herencia familiar cargado entre todos.

-¡hey vuelvan!- gritó antes de correr tras el grupo y este hiciera el mismo acto.
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En otro pasillo se encontraba la misma chica de antes con la espalda en la pared y un rostro sin expresión esperando al espíritu que pronto pasaría por allí.

Revisó una nota que había en su bolsillo para después guardarlo, pasaron solo unos minutos cuando llegó un pequeño fantasma que no se percató de la presencia de la chica hasta que esta se acercó y se agachó en frente de este sonriendo dulcemente.

-ven aquí pequeño- le dijo extendiendo su mano para que este se subiera y así lo hizo el espíritu.

Lo acarició suavemente- ya es hora de irse- esté desaparecía con un resplandor en sus manos.

-bueno tengo que ir a clases- suspirando pesadamente se levantó.

Comenzó a caminar hacia  su respectiva aula que estaba a dos pasillos de donde estaba y sonó la campana que marcaba el inicio de las clases. Así que olvidó su seriedad un momento, corrió como un rayo para llegar al aula en la cual no se encontraba el profesor (gracias a dios), nadie se dio cuenta de su llegada, así que pasó como una ninja entre las mesas y estudiantes (sólo por que si, y terminó chocando con una mesa en el proceso) pero llegó a su asiento que estaba al lado de la ventana.

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Ya en medio de la clase se encontraba una chica prestando atención a lo que decía el profesor...y al lado de esta se encontraba Ume que simplemente no hacía lo mismo.

¿quien necesita escuchar la 1752277228 ves que repiten el verbo to be?.

En lugar de eso ella veía por la ventana el jardín que se veía perfectamente desde ahí era bonito, bien cuidado, ¿cuantas flores abran?, el otro día murió mi cactus por falta de agua... debí prestarle más atención, no volveré a tener plantas.

Me gustaría ir a ver...tal vez debería ir después de clases, ¿tendrán mis flores favoritas? No lo creo pero, Quien sabe... pensó para luego fingir poner atención al resto de la clase.

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-Hola Minamoto-Kun- saludó la albina encontrándose a el mencionado en el pasillo, dirigiéndose hacia las escaleras de la azotea.

-Hola sempai- saludó de vuelta el rubio con una sonrisa - me voy a reunir con una amiga ¿te gustaría venir?-

-claro- dijo sonriendo, y siguiéndolo a el llegaron a la azotea donde estaban sentados una chica de ojos escarlata, cabellos crema con puntas verdes de tobillos...¿gruesos? , y un chico de uniforme antiguo con cabello castaño, ojos mieles, semitransparente con orbes flotando a su alrededor.

 
Parecía que ella le estaba mostrando un manga o algo así mientras comía. ¿puede verlo también?, pensaba la albina mientras se acercaba con el rubio.

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Estoy editando esta historia. Lamento los inconvenientes, tal vez cambie mucho o poco con respecto al escrito original, pero ya veremos.