Capítulo 4: La visita de Jo

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Era solo un resfriado, pero lo suficiente para que su abuelo no le permitiera salir. El aburrimiento y el Instagram eran protagonista, pero las hermanas Meg y Jo tampoco se encontraban en redes sociales. Laurie presentía que moriría de aburrimiento.

Golpe en la ventana, ¿alguien le llamaba?

—¡Hola! —Jo estaba sonriente en la calle que separaba ambas casas.

—Hola —respondió Laurie como pudo con voz ronca.

—Vaya, esa voz no suena nada bien, ¿gritaste mucho al ver el partido de anoche? —preguntó Jo.

—Personalmente no sabía ni que había partido —contestó Laurie—. Estoy resfriado.

—Pues que oportuno, te iba invitar a dar una vuelta —protestó Jo.

—Lo siento —dijo Laurie.

Jo se encogió de hombros. Silencio.

—¿Vas a invitarme a subir? —gritó Jo al rato.

—¿Tan aburrido se me ve? —preguntó Laurie.

Jo rio.

—¿Entonces sí o no?

—Como me echabas de menos...

—No tanto, si quieres te dejo solo. —Jo dio unos pasos en dirección a su casa.

—¡No, Jo, no lo hagas! —exclamó Laurie y Jo soltó una risita.

—¡Tendré que preguntarle a mi madre sí me deja! —chilló Jo acelerando el paso.

Había pasado una media hora desde que Jo dijo que vendría y cuando Laurie perdió la esperanza de que la chica lo haría, la puerta se abrió por Jo.

—Te he traído una sopa. —Jo la colocó en la mesa—. La ha hecho, Meg. Quieres un consejo, no la pruebes.

—¿Tan mal cocina Meg? —cuestionó Laurie sonriente.

—Es broma —dijo Jo—. Pero si no la quieres la llevaré de vuelta a casa.

—Quieres robarme mi sopa —cayó en la cuenta Laurie y Jo rio con fuerza—. Gracias por la compañía.

Jo le quitó importancia con un gesto de mano.

—Estoy harta de hacerle compañía a mi tía —dijo ella tumbándose en la cama de Laurie sin su permiso—. Te aseguro que esto es más divertido que leerle libros a una vieja gruñona.

—Oye, Jo, ¿tú tienes Instagram?

—No —respondió ella—. Así que, si has estado buscándome, has perdido el tiempo, chaval.

—Lo he perdido —dijo Laurie—. ¿No tienes redes sociales?

—WhatsApp y Wattpad —respondió Jo—. Pero no voy a darte mi número de teléfono, aunque si quieres mi Wattpad...

—¿Qué es eso de Wattpad? —preguntó Laurie con desprecio.

—Es una app para escritores y lectores —explicó Jo con orgullo.

—No soy ni lector, ni escritor, así que no voy a hacerme esa basura —dijo Laurie y Jo frunció el ceño.

—¿Basura? ¿Tú te estás oyendo? —le gritó—. Es mi única forma de presentar mis escritos.

—¿Tú escribes?

—Es por lo que me conoce la gente.

—Yo te conocía como "la March charlatana".

—No me digas...

—Perdón, Jo. ¿No te enfadarás por eso?

—No me enfado si te haces Wattpad y me sigues...

—¡Jo!

—Por favor...

—Tal vez lo haga, pero ahora quiero hablar. Conocerte mejor y saber cosas de ti como lo de que escribes.

—Cuando digo que escribo la gente me suele preguntar el qué escribo...

—¿Qué escribes?

—Relatos, cuentos, novelas, poesías... de todo un poco, ya sabes hablas con una profesional.

Laurie rio por lo bajo.

—¿Cómo te llamas en Wattpad?

—Jo March.

—Esperaba un nombre más artístico.

—Nadie necesita un nombre artístico si publica puro arte.

—Jo March —leyó en alto Laurie—. Quince obras y treinta y tres seguidores. ¿Solo?

Jo se incorporó de la cama.

—Llevo solo un año —protestó ella, Laurie no dijo nada, pero le parecía que con ese tiempo debía tener más seguidores. Sin embargo; no objetó nada.

—Seguir —dijo Laurie apretando el botón en el que estaba escrito—. ¿Se te fue el enfado ya?

Jo frunció el ceño.

—¿Qué enfado?

Laurie se dio una facepalm.

—¿Para eso me he hecho Wattpad?

Mujercitas de Luisa May Alcott (Contemporáneo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora