'Soy un chico malo'. | Romeo Santos | # WATTYS2016

Fantasmas.

Desperté en un hospital al lado de un chico que aparentaba mi misma edad.

- Eh tú, chaval, ¿cuánto llevo aquí?

- Dos, dos o tres.

- ¿Dos o tres qué? ¡Habla joder!

El chico calló y se giró dándome la espalda.

- Genial, tengo un accidente y me ponen con un inútil en la habitación, ¡perfecto!

Me dí un golpe en la pierna, el cual no lo sentí. Volví a darme, esta vez en la pierna izquierda, tampoco sentí nada. Intenté moverlas, me fue inútil. Lágrimas de rabia y incomprensión corrian por mi mejilla.

No entendía nada. Llegó una chica, bastante guapa, y se acercó a mi.

- ¿Anthony? ¡Anthony!

- Me llamo Romeo joder, ¡RO-ME-O! Apunte ahí, apunte, Romeo Santos.

- ¡Está despierto! ¡Qué alegría me da! Mire, soy Lucía, su enfermera. Le recomiendo que empiece a tratar mejor a la gente que le rodea.

- Lucía, deja de hablarme como si hubiese nacido en el 1930. Tengo 20 años. ¿Dónde está ____? Y ¿qué le pasa a mis piernas? ¿Despierto?

- Vale, pues... Romeo, tus piernas han sufrido un traumatismo bastante grave.

- Pero podré andar, ¿no?

- No lo sabemos... Aún le quedan algunas pruebas por hacer...

- Bueno... ¿Y ____? ¿Dónde está?

- Sigueme.

Me ayudó a colocarme en una silla de ruedas y me fue empujando hacia la habitación de ___.

- ¿Está bien?

- Bueno, es un caso difícil, tu novia es un poco cabezota y está empeñada en que está perfectamente y quiere irse... Pero verás, ella ha sufrido un buen golpe y... Bueno, su humor es diferente... No recuerda por que está aquí, así que posiblemente tampoco te recuerde a tí, ten cuidado, ¿vale?

Me abrió la puerta de la habitación y yo entre con la silla.

- ____, ¿cómo estás?

Me miró como enfadada, realmente parecía sacada de una película de miedo.

- ¿Quién eres?

- Tú lo sabes.

- Lo sé todo, no te jode.

- ____, soy yo.

- Tío, que ni sé quien eres ni quiero saberlo ¿vale? Así que pírate.

- Por mi culpa estás así, y voy a hacer lo que sea para intentar cambiarlo.

- ¿Cambiar el qué? ¿Qué coño dices? Seguro que te mandan las enfermeras estas pesadas, dios mío.

- ¿Cuánto llevas en este Hospital?

- Tres meses y medio.

- ¡¿CUÁNTO?!

- Sí, eso, y no te había visto en mi vida. Que suerte.

- Tengo pruebas de que si nos hemos visto, ¿me acompañas y te las enseño?

No podía casí hablar, ¿tres meses? Y sin ninguna visita...

Ibamos por el pasillo, ella andando y yo en la silla, la puta silla.

Todo el mundo comentaba y nos miraba como si fuesemos fantasmas.