Capítulo 4.

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No estaba del mejor de los humores precisamente cuando llegué a casa aquel día. De hecho había sido un día de mierda. ¿Por qué? Sabéis por qué. Estuve pensando en Zayn. Estuve pensando en su respiración sobre mi cuello y su mano entre mis muslos. Algunas veces, durante el día que transcurrió, imágenes de la noche anterior aparecieron en mi cabeza y sentí flaquear. ¿Por qué no le dejé terminar lo que empezó?

Mis padres estaban viendo la televisión, con las piernas tiradas sobre la mesita de café, pasmados ante las noticias. Bostecé. Prácticamente les ignoré y seguí mi camino hacia las escaleras.

“Espera un segundo, _______,” Dijo mi padre. “Tenemos algo para ti.”

Se levantó y se acercó a un armario del salón para coger unos papeles y se acercó a mí, tendiéndomelos.

“¿Qué es?” Pregunté antes de mirar. The Turning Point. Era una solicitud para el trabajo.

“Pensé que podrías ir a entregarlo mañana de camino al trabajo.” Dijo. ¿Cómo, no me iba ni tan solo a preguntar si quería aceptarlo? ¡Maleducado! ¿Pensaba que podía darme la solicitud y decirme lo que tenía que hacer?

“Vale.” Dije, con la voz bajada a un susurro. Fría.

“¡_______!” Gritó mi padre. “¿No quieres salir adelante en la vida? Eres una adulta ya, compórtate como tal.”

“¡Por eso pensé que me dejaríais tomar mis propias decisiones!” Contesté. “Jolín, solo dame algo de tiempo, papá. Déjame ahorrar algo de dinero y ya me iré de casa a mi propio apartamento, ¡no tendrás que preocuparte ni meterte en nada nunca más! Lo único que necesito es tiempo. ¿O prefieres echarme a la calle antes de darme ese tiempo que te pido? ¿Lo prefieres?”

Sin dejarle contestar, me giré de nuevo hacia las escaleras y subí estas – enfadada – todo el maldito camino hasta mi cuarto. Ya volvíamos a lo de siempre, papá dice, _______ hace.

Retrospectivamente, estaba siendo una rata estúpida, pero lo que me pasaba por la cabeza era lo siguiente: 

Quería quejarme porque quería encontrar una excusa. No tenía motivación alguna para dar el siguiente paso en mi vida, solo quería tirarme a Zayn cada segundo del día e iba a usar lo que fuera que hiciera falta como excusa para lograrlo. Y punto. ¿Mi padre se ponía gilipollas? Entonces poduedo follarme a Zayn. ¿Mi trabajo era una mierda? Entonces puedo follarme a Zayn. ¿El cielo es azul? Entonces puedo follarme a Zayn. ¿Es Jueves? Entonces el Jueves sería el puto día de Zayn.

No me malinterpretéis, hasta el estómago me decía que todo eso era una mala idea. Zayn era una horrible inversión en cuanto a una relación, pero es que no me importaba. Si simplemente podía tenerle de forma física estaría bien, ¿no? Quería rendirme ante él, y quería rendirme tanto, que lo hice.

Así que le llamé.

“Lo siento por anoche.” Dije.

“No te preocupes.” Contestó. “Pasaste un buen rato al menos, ¿verdad?”

Addictive Paradise. (Zayn y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora