♡;living wills.

07

you smell so good,don't need perfume
i'm the tulip,you're the spring bloom,
i'd be a fool not to love you.

- perfume,mehro

Vale,sí,era cómodo dormir con Seungmin entre las mantas,pero acababa de despertar de nuestra larga siesta,eran las 19:48 de la tarde según lo que indicaba el reloj de mi móvil,y tenía que irme.

Intenté salir de la cama sin disturbar su sueño,pero cuando intenté quitarme la manta,él abrió los ojos abruptamente y me miró desorientado.
Yo le medio sonreí y aparté el ordenador de la cama,pero su agarre me tenía inmovilizada.
Entonces empezó a balbucear cosas sin sentido.
- No te vayas,Dabin.- Lloriqueó.
Al ver que no le respondía y sólo me alejaba más de su lado,comenzó a hacer un berrinche porque no quería que lo dejase.
- Tío,deja de montar el pollo. Me tengo que pirar.- Murmuré intentando respirar,debido a que él sólo apretaba más y más el abrazo,dejándome casi sin aire.- Sabes que me voy a cabrear contigo si no me sueltas.
- Vale,me rindo.- Dijo resignado liberándome,para luego ponerse a hacer burla de mi forma de hablar.
- Te ves patético quejándote.- Añadí mientras colocaba su ordenador encima de la mesa y recogía el desastre que suponían todos los envoltorios de comida basura que habíamos ingerido antes.
Él se quedó callado por unos segundos y luego me empujó hasta echarme de su cuarto molesto.
Me acababa de cerrar la puerta en la cara,el desgraciado.

Luego oí sollozos provinientes de su habitación.
Me planteé echarme a llorar con él,era desesperante,pero preferí tocar a la puerta mientras gritaba su nombre,cuando me dí cuenta de que su madre no estaba en la casa,porque de ser así,hubiera venido a preguntar qué sucedía.
- ¡Seungmin,como no abras la puñetera puerta ahora....- Me quedé en blanco,no sabía qué decir,así que solté lo primero que se me ocurrió.- no te vuelvo a abrazar y no te compro chuches!

De repente reinó el silencio y yo ya me empezaba a hartar.
Estaba ya andando en dirección contraria a su puerta cabreada y dispuesta a coger mi mochila e irme,cuando escucho a alguien salir del cuarto.
Era él,con su manta alrededor de su cuerpo,los ojos lagrimosos y una chocolatina en la mano.
Se me quedó mirando fingiendo estar enfadado conmigo y se acercó despacio mirándome fijamente.
De repente sacó de su bolsillo del pijama una regaliz y me la tendió.
Yo,como cualquier otra persona normal,extendí mi mano para coger la chuche,pero cuando casi la tuve entre mis manos,la apartó de mí con una expresión pícara.
- Te la doy si te quedas.- Intentó hacer un trato conmigo.
- Tío,¿en serio piensas que soy tan fácil de comprar? - Repliqué con los brazos cruzados.
- No,pero tú no te resistes ante las chuches.- Respondió con facilidad.
- Oh,ya te digo yo que cuando me lo propongo,me resisto.
- Pues en este mes y medio que llevamos juntos no me lo has demostrado.
- Esta vez será distinto.- Sentencié mientras andaba por el corredor.
- ¡No! Porfi,porfi,quédate. Si no es por la chuches,que al menos sea por mí.- Me suplicó con ojitos de cachorrito.
Podría haber caído por su carita de no ser porque 17 ejercicios de matemáticas y física contados me esperaban en casa para ser realizados,y tenía que estudiar para tres exámenes que habían en la semana.
Por más que quisiese,no podía,no tenía remedio. Lo miré triste.
- Tío,ahora fuera de coñas,me tengo que ir, en serio. Tú sabes que tenemos un montón de deberes que hacer,y tengo que aprobar.
- Venga,vale.- Suspiró resignado y decaído a la vez. Me dió mi mochila y me dejó irme.

Cuando estuve en frente de la puerta abierta de su casa,lo despedí.
- Espera un segundo.- Desapareció por el pasillo y entró a su habitación.
Segundos después volvió con una sudadera en manos,y me la dió sonriendo. - Para que no vuelvas a pasar frío estos días.
La miré con un poco de sorpresa,enternecida por el detalle.
- Jo,gracias,tío.- Sentencié para luego darle mi sonrisa más sincera y saludarlo con la mano mientras andaba en dirección a casa,hasta que lo perdí de vista y me coloqué mis auriculares para ponerme a escuchar música en mi camino.