Capítulo 8

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Nota: Aquí sigue el final del Capítulo 3, con Hisoka y Kurapika hablando sobre los secretos que descubrieron.

Para quienes ya saben —o se imaginan— lo que está por venir, les agradezco que siguieran la línea y espero que todo este giro de suspenso les haya gustado. ¡A leer!

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En el tren que los llevaría a la ciudad natal de Killua observaba atentamente el paisaje a través de las ventanas. Kurapika repetía una y otra vez una conversación en su cabeza, que jamás podría mencionarle a Gon. Esa charla delataría lo que sabía...de la Amenaza Zoldyck.

Evoco esa noche de casi una semana atrás, cuando se encontró con Hisoka en su cuarto para intercambiar las "novedades" que tenían para el otro. Ese había sido su trato, poco antes que el payaso decidiera conspirar en su contra.

— ¿Qué es lo interesante?— pregunto Kurapika en esa ocasión, fingiendo que se estaba impacientando para no dejarle ver a Hisoka que le asusto su mirada de loco.

— Me he enterado de un caso curioso entre los Zoldyck por boca de Illumi ayer. ¿Interesado?

El frunció el ceño cuando menciono al primogénito de esa maldita familia, sin conocerlo ya le tenía coraje, porque le complicaba sus planes a futuro. Con ese personaje corría el riesgo que Killua se enterara de todo y para peor, que Hisoka se quedase con más información que él. Porque Hisoka de fe ciega no le tenía nada. Sin embargo, este le había ofrecido una oportunidad y debía aceptarla, quisiera o no, era información.

— Dime.

El Mago sonrió, bastante animado.

— Bajo tierra, en las profundidades subterráneas de la Mansión Zoldyck, existe un contenedor de acero forjado rodeado de cámaras espías y obstáculos impenetrables, en el que los Zoldyck esconden a un ser bastante especial.

— Continua— Quería escucharlo todo, no reaccionaria hasta saber lo último que Hisoka tenía para contarle.

— Ellos lo llaman "la Amenaza". Es alguien poderoso, tanto que la familia de asesinos más letal no puede vencerle y decidieron encerrarlo en el secreto de su hogar, ya que supone un gran riesgo para quienes se le acercan. "Es un monstruo", en palabras de Illumi.

— ¿Cómo puede existir alguien así y nadie saberlo?

— Los Zoldyck son gente antisocial. ¿Guardar secretos, dices que no es posible? Mira donde estas parado— Kurapika apretó los puños, molesto. Si, él había logrado engañar a todos pero eso no venía a comparación con lo que hablaban— Y la gente lo sabe, todos lo saben, solo que ignoran el más pequeño detalle.

— ¿De qué hablas? No entiendo para dónde vas con esto.

— Pensé que te interesaría saber que ellos tienen consigo a una bestia incontrolable, que supondría su perdición si alguien lo descubriera e intentara hacerse con ella, por ejemplo.

— ¿Y arriesgarme a ciegas? No sé si me estas mintiendo. La única manera de comprobarlo es yendo a la Mansión Zoldyck, bajar al subsuelo y encontrar a ese monstruo. No, gracias. La sola entrada, la Puerta de la Prueba, ya es un desafío para un hombre cuerdo.

— Te creí más osado...Igual, no es para desaprovechar.

— ¿Qué tanta seguridad poseen para mantener escondido algo así?

— Esta vigilado constantemente por cámaras de seguridad, con puertas inaccesibles a menos que tengas un código. No, debes tener ocho contraseñas distintas para entrar.

Romance de VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora