Capítulo 1

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Año 2017 – Istambul

Por todo el mundo hay enigmas ocultos a la vista de cualquier humano. Por todo el mundo hay personas admirando un edificio antiguo que pueden estar siendo engañados, creyendo que es un bonito edificio y no una fuente de secretos ancestrales.

Algunos secretos son enterrados a tanta profundidad que, cuando vuelven a salir a la luz, han perdido su significado, han dejado de tener sentido.

El trabajo de Hotaru Tomoe se había convertido en descifrar esos secretos.

Una niña con problemas de salud, un pasado muy conflictivo y su obligada participación en una guerra que entrelazó pasado y futuro junto a sus nuevas amigas, ahora era una historiadora en su treintena que se estaba labrando un nombre y empezaba a llamar la atención de los medios de comunicación por sus hallazgos en los campos de la historia y la arqueología.

La mayor parte del mundo no había oído a hablar de Akrotiri, pero si oían la palabra mágica, «Atlántida», ya era otra cosa. Ella había descubierto unos glifos en los restos de Akrotiri que dieron paso a unas catacumbas en la montaña que mostraron relieves ricamente decorados sobre cómo era la ciudad, ahí en medio del Mar Egeo, antes de que el volcán de la isla cubriera la ciudad con toneladas de cenizas.

Tampoco habrían oído hablar del disco de Nebra, de hacía 3600 años, en la prehistoria europea, del que había muchas interpretaciones basadas en el cielo y las estrellas. Ella había encontrado, extraviado en el mercado negro, un disco muy parecido con otra disposición de elementos que indicaba que eran discos hermanos creados para cubrir todo el mapa astral del Mediterráneo y Próximo Oriente, de norte a sur, de este a oeste: posiblemente las primeras muestras de mapas de navegación del mundo.

Ahora estaba detrás de una de las joyas nunca expuestas de la cartografía medieval y moderna: el mapa de Piri Reis, conservado a duras penas en el mismo museo donde se encontró, en la ciudad de Istambul. Una maravilla de antes de las técnicas cartográficas modernas que encerraba otro gran misterio.

Hotaru tomó el teléfono esperando dos segundos antes de responder.

—Hotaru Tomoe al habla.

—Señorita Tomoe, se ha aceptado su petición para ver el fondo documental y de conservación del museo Topkapi Sarayi de Istambul. Desde el trece de mayo hasta el diecisiete tendrá tiempo de examinar el mapa de Piri Reis, tal y como pidió.

—Muchísimas gracias por la confianza. Hasta entonces.

—Adiós.

Hotaru guardó su móvil y se sentó en la hierba, mirando la fachada oeste del museo que visitaría en apenas tres días. Sonrió, esperanzada de encontrar las respuestas que buscaba allí dentro. Tantos recuerdos se agolpaban... Pero antes de dejar que sus nervios desaparecieran y la sumieran en un estado de contemplación de los suyos, tomó su móvil una vez más.

—¿Hotaru?

—¡Michiru! Lo he conseguido. Voy a ver el mapa.

—¡Haruka, Hotaru lo ha conseguido! —vociferó la mujer, con buen ánimo. Hotaru pudo oír la voz algo tosca (igual que su forma de hablar) de Haruka felicitándola al fondo de lo que seguro que era el comedor. Allí, en Japón, era casi hora de dormir—. Qué bien que hayas llamado ahora, así no tenemos otro día de nervios. Tennos al corriente, ¿vale?

—¡Desde luego! Hasta pronto, ma.

—Adiós, cielo.

Se quedó mirando su Smartphone unos segundos, con la imagen de su madre adoptiva, Michiru, desapareciendo de la pantalla.

El misterio de Piri Reis [Sailor Moon: Hotaru x Chibiusa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora