El amor de una madre es difícil de comprender, es difícil de entender, es difícil de explicar.
Aunque siempre quiera lo mejor para sus hijos muchas veces no te detienes a pensar como a llegado hasta ahí. Ayudara a saber lo que realmente se siente.
Esta es la historia de cuando tienes que tomar una decisión difícil bueno una de las tantas cosas que me tocó decidir en mi juventud, fue cuando tenía una hija ella tan sólo tenía un mes, yo me encontraba sola sin nada más que lo puesto y tenía a mi bebé sin saber a dónde ir fui caminando por unas calles oscuras que eran de piedras y otras calles asfaltadas. La luz era tenue en cada esquina pero no me importaba porque tenía a mi pequeña. Más miedo me daba saber que hacer el día de mañana, algo tenía muy claro y era que no dejaría que nada malo le pasara ni que la alejaría de mi. Mientras más caminaba más iba adentrandome en mis pensamientos de los cuales nunca he huido sólo aclararlos lo mejor que podía.
Me fui a la casa de una amiga de mi madre llamada July, sin hacerme preguntas ella me acogió, me dio una cama y ya con el rocío de la noche se notaba frío. Recuerdo de aquella noche cuando la tenía en mis abrazos y por mucho que intentaba darle el pecho no recibía suficiente alimento para saciarla.
"Que puedo hacer para calmarla" mi cabeza daba muchas vueltas y había tenido una discusión con mi madre al respecto me molestaba todo aquello pero mi orgullo siempre ha sido grande pese a los errores que vamos cometiendo, hay que pasarlos y aprender sino no hay enseñanza que te quede.
Tenía un teléfono celular, entonces hice una llamada.
Llame a la persona que por todos los medios hubiera deseado que no fuera así pero le llamé a él y le dije necesito que te quedes con ella unos días y luego volveré a buscarla.
- Sólo te pido que estés unos días con ella. Le dije y él estuvo de acuerdo en pasar a recogerla.
No había ningún problema que él se quedaría un par de días y que podía volver cuando quisiera a por mi niña.
Sentía mucho miedo pero no sabía cómo abordar aquella situación me sentí desbordada sentí que no me merecía tenerla.
Pero pensé con la cabeza fría y el corazón sin latir. Decidí que la decisión que tome era la correcta y pase lo que pase no miré atrás no mire las consecuencias ni circunstancias que traería. Me dolía muchísimo estar en esa situación no estar con ella con la luz de mis ojos con mi angelito.
De repente escuché el ruido de un coche el motor lo conocía de lejos sabía que era él, tocó la bocina y sali con mi pequeña en brazos hacía mucho frío pero yo me encontraba como un témpano.
Le dije
- No sé qué hacer, sólo quiero pedirte que me la cuides un par de días es todo lo que necesito luego me iré bien lejos con ella.
Los golpes o palizas que puedas recibir no tiene ni comparación con la separación de un ser querido como un hij@. Así comenzó mi calvario.A partir de ese momento no podía echarme atrás esa misma noche sabía de dónde conseguir dinero rápido y poder marcharme cuanto antes.
"Le abracé por última vez y le di un beso bien fuerte te quiero cariño le susurré al oído y volveré a por ti".
Tan rápido como veía marcharse el coche intente correr tras el, casi... Aquel témpano se queria derretir pero al contrario se hizo más duro, más fuerte y más optimista con la vida. Lo veía como una oportunidad.
Entre de inmediato a la casa me puse la chaqueta, salude a July le di las gracias por todo y me fui.
Caminando por aquellas calles oscuras, en aquel tiempo no se debía de andar por ahí a solas, había muchos robos de gente por esa zona y lo mejor era evitarlo. A mi no me daba miedo que podía perder más de lo que acababa de dejar.
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Silencio Oscuro
Non-Fiction" El silencio y la oscuridad unidas pueden destruir o construir"