Cierro los ojos dejando caer una última lágrima. Su carta se siente pesada en mi mano.
Los recuerdos de aquella noche de hace, exactamente, doce meses atrás me invaden de repente. La veo cerrar los ojos en mis brazos aquella fría madrugada, los pajaritos comienzan a cantar una canción feliz para recibir a la primavera mientras se mezclaban con mis lágrimas y llantos que despedían al amor de mi vida.
Rogaba que no me dejara, pero era tarde, ella ya dormía en un profundo sueño eterno.
No voy a decir que la supere porque eso jamás sucederá, solo diré que seguí adelante, solo por ella.
La extrañaba tanto pero no había nada que yo pudiera hacer, solo vivir invocando aquellos recuerdos felices y llenándome de aquellas energías.
Coloque la flor en la lapida frente a mí que contenía el nombre de "Luz Irwin" una luz en la oscuridad 1997 a 2014.
– Te amo Luz.
Luego de unos segundos mis ojos viajan a la lapida a su lado, "Alejandra Cruz" y del otro lado "Sara Domingues". Luz estaba bien cuidada. Les agradezco a ambas dejándoles una flor. Hacia esto cada vez que podía, hoy en cambio, deje todo de lado para tomarme un avión y venir a ver a Luz.
Meto mis manos en los bolsillos de mi chaqueta y camino lentamente a la salida del cementerio, saludo con un asentimiento al cuidador quien me devuelve el saludo de la misma forma. Ya afuera levanto la mirada al cielo azul. Un día perfecto. Me pongo los lentes de sol oscuros y camino al auto que alquile. Ella me está esperando apoyada en este y cuando me ve, corre hacia mí y me abraza. Su abrazo es cálido y confortante, ella siempre sabe cuando necesito un abrazo, ella siempre sabe lo que necesito.
– ¿Estás bien? – su escandalosa voz ahora es suave, me mira a la cara y sonríe. Tiene una sonrisa hermosa.
– Lo estoy – le devuelvo la sonrisa y ella besa mi nariz.
– He conseguido el día libre, tomaremos el avión en la noche. – me informa sonriendo- vamos a divertirnos hoy Ashtonto – pellizca mi mejilla.
– ¡Oye! He dicho que dejes de llamarme así. – protesto.
– Ashtonto – canturrea mientras comienza a correr y la sigo. Ambos riendo, me sentía bien. Ella siempre estaba haciéndome feliz, estaba apoyándome como nadie. La amaba por eso.
– ¿Podemos ir a comer pizza Ashtonto? Muero de hambre – sujeta su estómago.
– Conozco el lugar indicado – digo atrapándola en mis brazos.
Luz Cruz Irwin era un ángel que había sido enviada para alegrar la vida de muchas personas, como ser una buena compañía de los ancianos solos del hospital o maquillarse y alegrar a los niños de este lugar. O personas como yo, que le demostró que era el amor, me convirtió en mejor persona, me hizo valorar más cosas.
Luz era la luz, que iba a amar siempre.
Y podrían decirme miles de veces, todo el mundo que era imposible enamorarse de alguien a un segundo de conocerlo, que era imposible vivir una relación en tres simples días, en tan solo 72 horas. Pero ninguno de ellos había estado en mis zapatos, hablaban sin saber pues no se imaginaban las cosas que esa chica me causaba.
Solo Luz y yo sabíamos que en el amor, el tiempo solo era una ilusión, que el amor es inesperado, completamente inesperado.
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Three days © a.i
Krótkie OpowiadaniaEdward y Bella tenían una eternidad, Gus y Hazel un pequeño infinito. Nosotros solo tuvimos tres días. Copyright © Todos los Derechos Reservados al autor Charlye Blue. Está totalmente prohibida la adaptación, recopilación, distribución total y parc...