𝐂𝐇𝐔𝐏𝐀 𝐏𝐎𝐏𝐒 ー hyunin.

~▸ ִֶ֪ׅ֢ 𝗰𝗵𝘂𝗽𝗮 𝗽𝗼𝗽𝘀.

— ¡Hyung! ¿Puede darme de su paleta? — JeongIn puchereó, esperando una respuesta positiva de HyunJin.

HyunJin suspiró y sacó la chupa pop de su boca para estirarla hacia el menor. — Toma.

JeongIn sonrió victorioso y comió de la chupa pop.

— Hmm, me gusta su sabor. — sonrió. — Tome, hyung.

JeongIn devolvió la paleta a su novio, quién la tomó y volvió a meterla a su boca.

El menor se sentó y extendió sus piernas en el sofá, apoyando su cabeza en los muslos del contrario, donde este último se dedicó a acariciar los cabellos de su novio.

— Acabamos de darnos un beso discreto, Innie. — el mayor rió.

— Es cierto. Me recuerda cuando nos conocimos. — ambos adolescentes rieron al recordarlo.

◞♡°

— Lo siento, pequeño. El niño de allá — el hombre mayor señaló a uno de los tantos niños que habían en aquel parque conocido. — compró la última chupa pop.

El pequeño JeongIn puchereó y se cruzó de brazos. Aquellas chupa pops eran bastante reconocidas y famosas en su vecindario, todos los niños querían una y JeongIn no era la excepción. El pequeño, esperanzado, fue a comprar una, pero le dieron la mala noticia.

Comenzó a caminar con estrenduosos hacia el niño que se acabó la última chupa pop, pues luego de tanto tiempo había convencido a su madre de que le compre una y no se iba a quedar de brazos cruzados.

Llegó hasta el pequeño pelinegro, quién se encontraba felizmente sentado en una de las bancas del parque comiendo su chupa pop.

— Hey, tú. — el tono de JeongIn era brusco.

El niño pelinegro volteó hacia JeongIn, quién lo miró extrañado.

El menor miró al contrario, se veía uno o dos años mayor que él. Llevó su mirada a su rostro y lo observó unos momentos; su frente estaba levemente fruncida debido a la confusión del momento. Tenía una nariz no muy pequeña, pero tampoco muy grande. Sus ojos eran color cafés oscuros que estaban brillando de una manera que hipnotizaba al castaño. Sus labios eran gruesos de un color rojizo y estaban levemente mojados debido a que estaba comiendo la chupa pop.

En conclusión, es un bonito niño. — pensó JeongIn.

— ¿Qué pasa? ¿Por qué me miras mucho? ¿Tengo algo en la cara? — asustado, el mayor dejó reposar la chupa pop en su boca y tocó su rostro, quitando la cosa inexistente de su cara.

JeongIn sonrió y aprovechó la distracción del mayor para quitarle la chupa pop de su boca para meterla a la suya y salir corriendo con ella.

— ¡Oye, niño! ¡Vuelve acá con mi chupa pop!

El pelinegro no dudó en levantarse y correr hacia el pequeño nuevo desconocido.

JeongIn miró hacia atrás, encontrándose con el mayor siguiéndolo. Se asustó y corrió más rápido. sacó la chupa pop de su boca y gritó:

— ¡Ahora es mía! — JeongIn rió y siguió corriendo, volviendo a meter la paleta en su boca.

Después de unos minutos de correr, Yang se cansó y paró, llevando sus manos a sus rodillas e inclinándose levemente hacia bajo con su respiración agitada. Alzó la mirada y no encontró a su mayor.

— ¿Se rindió tan fácil? — bufó. — Yo quería diversión. — el pequeño puchereó para después tomar la chupa pop en su mano derecha.