Athena
El hombre que tengo delante ha sido el causante de todo el sufrimiento de mi familia. Tiene algunos rasgos parecidos a los de mi padre, pero su asquerosa personalidad deja mucho que desear.
_¿ Qué quieres de nosotros?_ digo molesta
_Voy a usarlos para que Alec y Victoria abdiquen el trono a mi, pero primero me divertiré con ustedes
_Mi madre jamás haría eso_ dice molesto Kadir
_Estoy seguro de que para protegerte lo hará, además, Kaleb ya no representa un peligroMe congelo ante sus palabras e imagino lo peor
_¿ Qué diablos le hiciste a mi hermano? Escoria
_Está en coma, su avión tuvo un pequeño accidente
_ Mi padre tenía razón, eres un traidorSu mano impacta sobre mi rostro y siento el sabor a sangre en mi boca, luego me toma de la barbilla fuertemente causando que suelte un gemido de dolor
_Eres igual de bocona que tu madre
_Sueltala_ grita Kadir
_Tranquilo principito, para ti también hayEntran dos hombre grandes y bien fornidos. Héctor intercambia unas palabras y ambos se acercan a Kadir. Abro los ojos asombrada cuando veo que lo golpean y patean. Intento liberarme de las esposas, pero es imposible.
_Basta, dejale en pazNinguno me escucha y la sonrisa en el rostro de Héctor crece cada vez más. Kadir comienza a escupir sangre y empiezo a desesperarme. Cuando acaban los golpes siento que soy liberada y no dudo dudó en correr hacia él.
Tiene el rostro magullado y hay sangre saliendo de un corte en la ceja. Las lágrimas no dejan de salir de mis ojos. Miro con rabia a los dos tipos y a Héctor
_ Oh princesa, no deberías mirarnos así, puedo hacer que te golpeen también
_Eres un sucio cobarde, debías haber muerto
_Cuidadito conmigo Athena_ me agarra del cabello_ no suelo tener paciencia y no me importaría acabar contigo ahora mismo_ su agarre se hace cada vez más fuerte y hago un mueca_ Como me has cabreado bonita voy a dejar que mis amigos se hagan cargo de tiKadir
No sé cuánto tiempo ha pasado, pero quiero que esto acabe. No hemos probado bocado ni agua. Temo por nuestras vidas. Héctor nos ha golpeado a ambos y Athena se ha llevado la peor parte y yo de inútil sin poder hacer nada. Duele hasta respirar. Ya no tenemos puestas las esposas ya que no representamos un peligro, no podemos defendernos por la debilidad y los golpes
Narradora omnisciente
En el palacio todo era un caos. Alec daba gritos a los guardias y al equipo de seguridad para que encontraran a su hija y su yerno. Mataría a su hermano cuando lo tuviera en frente, de eso estaba seguro. Según las cámaras de la ciudad no vieron regresar el auto por donde había venido.
Por otro lado Victoria y Tyler cuidaban de Kaleb en el hospital. No sabían cuanto tiempo iba a estar en coma o si algún día abriría los ojos.
Héctor disfrutaba el sufrimiento de su hermano. Era una persona despreciable y sádica. Él estaba feliz porque nadie descubriría que estaba tan cerca de la casa del campo. Era una mansión antigua que la familia real no usaba y fue el mejor escondite. Revisó su reloj y fue a hacerle la visita a sus prisioneros.
Mientras los miraba por la ventanilla que tenía la puerta llamó a su hermano.
_Alec, cuanto tiempo
_¿ Dónde están?_ vociferó furioso el monarca, eso no hizo más que hacer reír a Héctor
_Ojalá pudiera ver tu rostro hermanito. Tu hija y tu yerno no están bien. Hagamos un trato
_Te escucho
_Tu y Victoria abdicaran el trono a mi si quieren volver a ver a sus hijos
_Traeras a los príncipes al palacio y aquí haremos el trato
_No soy tonto Alec. En la casa del campo a las dos de la tarde. Si trucos Alec
_BienA la hora acordada se encontraban todos en el salón de la casa. Los hermanos volvían a estar juntos después de años.
_Veo que los años te han pasado la cuenta Alec
_Trae a mi hija y a Kadir
_Despacio Alec, primero dame el documento
_Aquí tienesEl rey tampoco era tonto. Le entregó el documento
_Trae a los chicosLos hombres de antes entran con los príncipes. El rostro de Alec se convirtió en furia pura al ver el estado de los chicos.
_Te voy a matar Héctor
_Que miedo hermanito. Adiós hermanoHéctor pensó que iba a ser más fácil pero no fue así afuera lo esperaban los guardias reales y el rey Alfred
_Que desagradable sorpresa padre
_Lo mismo digo Héctor, pensé que te habías cansado de perseguir la corona
_Eso nunca
_Entregate y todo saldrá bien
_Sueña papáHéctor sacó una pistola y apuntó al antiguo rey. Todo se convirtió en una guerra de tiros. Esa noche el palacio de se vistió de luto.