TRES AÑOS DESPUÉS
PIPER
Habia cerrado la casa de huéspedes después de la boda, Alex y yo nos habiamos dedicado a transformarla para hacerla nuestro hogar.
Habiamos hecho muchos cambios dentro de ella, aunque habiamos conservado todo lo de mi habitacion como la habitacion principal de la casa.
Era la que mejor vista de tenia de toda la casa y Alex amaba como entraba la luz por las mañanas.
Parecía que el mar iba a entrar por la ventana. Y las puestas de sol eran impresionantes.
A Alex le habia encantado que las puertas y las ventanas estén pintadas de azul, así que las habiamos conservado de ese color.
Una de las habitacion de huéspedes la habiamos vuelto una oficina para que Alex pudiera trabajar sin ningún problema.
Teníamos muchos muebles que habiamos reconstruido nosotras mismas en nuestros tiempos libres que eran pocos o Alex estaba trabajando o nos concentrábamos en hacer el amor para recuperar todo el tiempo perdido.
Teníamos cualquier excusa para tener las manos vagando por el cuerpo de la otra.
Habia despertado hace poco de nuevo sola en la cama sin ninguna prenda de ropa, estos últimos días ya se habían hecho costumbre no encontrarla a un lado de mí.
Estábamos en esa época el año donde hacia una temperatura perfecta para andar sin una prenda dentro de casa, pero claro ya no podíamos hacer ese tipo de cosas.
El tiempo y la naturaleza habían hecho su trabajo estos años y sinceramente ya no era para nada aquella muchacha con cuerpo tonificado, aunque Alex seguía igual o mejor de como la habia conocido.
Me levanté de la cama, vi la hora y aun era temprano. Contemple una foto que me encantaba de Alex y yo que teníamos colocada en una de las mesitas de noche de nuestra habitacion.
Me di una ducha rápida para refrescarme, decidí ponerme el vestido nuevo que me habia llevado Red hace un par de días.
Le habia comprado una nueva maquina de Coser a Red para su cumpleaños y estaba más que enamorada tratando de coser todo lo que mirará y podía
Me cepillé el cabello delante del espejo y antes de colocarme el vestido blanco, unté mi cuerpo de crema.
Estoy mirando por la ventana, pero, aunque miro hacia el mar no estoy pensando en la vida que llevo ahora, alex y yo lo habiamos hecho bien.
Nos habiamos acoplado muy bien a la vida en la isla y lo estábamos sobrellevando a la perfección.
Más bien que hace demasiado tiempo que no me corto el pelo y que ya me llega por debajo del pecho. Sigo teniendo los ojos verdes, de un color muy claro.
El color castaño dorado de mis bucles es herencia materna, como el resto. Tengo que dar gracias a que mi madre no tuviera canas hasta cerca de los cincuenta, así no tendré que teñirme hasta dentro de algunos años.
No quise colocarme zapatos, amaba estar descalza y alex se habia acostumbrado a estar igual, amábamos sentir todas las texturas en las plantas de mis pies.
Utilizábamos zapatos solo cuando teníamos que salir a alguna parte del pueblo.
Alex era la sensación en la isla, todos la conocían por ser la modelo Afrodita que se habia mudado por amor si Red le habia dicho a mucho el apodo con el que la llamo desde un principio.
Me vi una mas en el espejo antes de salir de la habitacion a paso lento, hoy me sentía mas hinchada que ayer, pero creo que era normal.
Llegue a la cocina y me dispuse a preparar algo de comer antes de que Alex le diera algo al enterarse que no habia comido ni un bocado.