"The Club" {Justin&Tú}

Capítulo 11.

—¿Qué haces aquí? —Espetó Owen mientras se tensaba al lado de Sarah. 

—Solo observaba el supuesto ensayo. —Justin frunció sus labios mientras se apoyaba contra uno de los asientos en la primera fila. 

—No puedes estar aquí. —Prosiguió Owen. 

—Y ustedes tampoco, si vamos al caso. 

—Nosotros tenemos el permiso de la profesora Pearson. Estamos ensayando. —Dijo Sarah frotando sus manos sobre su regazo. 

—¿Ensayando? ¿en la obra también va haber beso? —Exclamó Justin alzando una ceja. 

—¿Y eso a tí que te importa? —Owen se puso de pie mientras fruncía el ceño y apretaba sus manos en puños. 

—Ey, ey, tranquilo. —Justin levantó sus brazos en señal de derrota. —No es necesario ponernos violentos. Creo que es mejor que me vaya. 

—Si, tienes razón. Lo siento. —Owen dejó caer su mirada mientras se iba haciendo pequeño. 

Sarah se puso de pie mientras Justin se giraba sobre sus talones dirigiéndose hacia la puerta. 

—Creo que es mejor que yo también me vaya. —La muchacha se giró hacia Owen, regalándole una penosa mirada. 

—Si, ya es tarde. —Dijo él mientras la tomaba del brazo. —Ey, Sarah. —Tragó saliva. —Perdón por... mi arrebato. 

—No pasa nada. Está bien, enserio. 

Sarah tomó su bolso y su abrigo, mientras volvía a dirigirse hacia Owen, y le obsequiaba un rápido beso en la mejilla. 

Una vez que ya estaba caminando por el pasillo hacia la salida, no quería caer en la tentación de mirar hacia atrás. Sabía que había dejado a Owen en una situación incómoda después de ese encuentro desagradable con Justin, y no quería perder más tiempo. Una vez que llegara a su habitación, llamaría a Cam u a Olivia para contarle todo. Tal vez sentía que necesitaba un consejo, o quizá solo quería comprartir con alguien el espontáneo beso que le había estampado Owen. Y no se sentía mal por eso, al contrario. Sentía muy en el fondo, que le había agradado. 

—¿Puedo hablar contigo un momento, Sarah?—Una voz interrumpió sus pensamientos mientras salía del auditorio y sujetaba con más fuerza su bolso. Ella se giró sobre sus talones mientras que la otra persona suspiraba pesadamente. 

Justin Bieber estaba apoyado contra la pared que se encontraba al lado de la puerta del auditorio. Sus brazos cruzados sobre su pecho daba una imagen de estar a la defensiva, o quizá de un repentino mal humor. Su cabello se encontraba un poco aplastado, y carecía de esa perfección que siempre tiene en las mañanas cuando las clases dan inicio. Además, en su rostro no se reflejaba ese brillo especial que te atrapaba cuando posabas tu mirada en él, nada de eso. Se notaba enojado de alguna manera, pero en su rostro no había ni un solo gesto que lo expresara siquiera.