Prefacio.
El baño le había sentado de maravilla, se podía sentir el aroma a jazmines inundando toda la habitación.
Como druida principal del Samhain debía vestir de gala: túnica blanca, fibulas, torques,pendientes y brazaletes de oro.
Todo estaba listo para la celebración mas importante. Los espíritus estarían mas cerca de este mundo hoy. Todos los druidas servirían de canal para que los espiritus se comunicaran con los vivos.
Cerridwen estaba tan concentrada en sus pensamientos que no se había dado cuenta del alboroto que se había armado fuera de su habitación, hasta que tocaron a su puerta.
-¿Quien es?
-¡Madre! ¡Gwyon! ¡La poción!
-¿Que quieres decir Mofan?
-Gwyon arruinó la poción madre..
-¡Fuera de mi camino!
Mofan había interrumpido sus pensamientos, al menos esta vez era por algo importante
Dentro de la palloza se podía sentir el olor al más letal veneno conocido. Alguien, había consumido las primeras tres gotas de su poción.
-¡Gwyon!
-El ya no está aquí, mi señora.
-¿Donde está?
-......
-¡Morda! ¡Contesta!
-Ha huido. El consumió la poción. Fué un accidente.. El nunca quiso..
-¡Se arrepentirá!
Cerridwen no lo pensó dos veces, se convirtió en sabueso y partió a buscar a Gwyon.. Para darle muerte.
Asi es como hace miles de años comenzó una cacería.
Y aún no ha terminado.
Así comienza nuestra historia.