Los pájaros cantaban en su balcón, haciéndole saber, en su repentina consciencia, que amanecía. Fue por eso que abrió los ojos, admirando el techo de su habitación. Suspiró, sonriendo, recordando cada uno de los momentos que pasó anoche con Gabriel. De solo recordarlo, inevitablemente, separó las piernas por debajo de las sábanas y jadeó en excitación total.
Cerró los ojos. No pudo haber pedido una mejor manera de perder la virgnidad.
Marinette, entonces, se giró sobre el colchón, admirando el reloj que colgaba en su pared, descubriendo que era hora de desayunar. Negó por sus adentros... ¿por qué no tenía el poder regresar el tiempo atrás? Todo lo que quería era estar con su amado Gabriel Agreste, su aventurado profesor.
Bajó las escaleras, descubriendo a su padre serio, y que su madre no estaba en la cocina. Supuso que estaría abajo, en la panadería. Sus padres nunca descansaban, menos ahora que estaban pagando la escuela de Marinette, el prestigioso PCA.
—Buenos días, papá— saludó la menor de la familia, extrañada por el comportamiento de su padre, quien desayunaba sin voltear a verla.
—Marinette, estás despierta— dijo su padre con ese tono francés que denotaba molestia.
A Marinette se le bajó la sangre. ¿Acaso... se habrían dado cuenta de algo?
—Papi, ¿pasa algo?— Preguntó Marinette con algo de miedo, esperando que no dijera nada sobre el coche lujoso que la dejó en casa a casi la media noche.
—Hija, ¿por qué llegaste tan tarde? Tu madre intentó quedarse despierta hasta tarde, pero yo vi bien que te dejó un auto... extraño. ¿Estás saliendo con alguien? Dijiste que te quedarías con Alya, y luego avisaste que regresarías tarde... ¿qué está pasando? tú no eres así, tu no sueles mentir—
Y eso era tremendamente cierto. Marinette no era de las que mentían, de hecho, ella siempre había preferido decir la verdad, pero, ¿con qué cara le iba a explicar a su padre que estaba saliendo con su maestro? Se negaba rotundamente a decirle a alguien la verdad. Muchos menos a sus padres.
—No es nada, papá... e-era un primo de Alya que estaba con nosotros—
—¿Te ibas a quedar a dormir con el primo de Alya— su padre al preguntar alzaba una ceja
—¡No, no! De hecho, cuando llegó, le pedí que me trajera de regreso, ja...—
Su padre la miraba con algo de decepción. Sabía que seguía mintiendo, cosa que Marinette pudo identificar por no solo su mirada sino por un pequeño suspiro que soltó su padre. Marinette no sabía que decir, pero agradeció que su padre se levantara de la cocina y la dejara sola y por ende, que le dejara de insistir.
Una vez estuvo sola, tomó su celular para ver los mensajes que tenía, esperando encontrarse con uno o dos su amante, pero se encontró con por lo menos unas tres conversaciones que no quiso abrir, pues fue directo al chat de Gabriel.
"Buenos días, ternura" decía el primer mensaje del señor Agreste, "No puedo dejar de pensar en lo de anoche... devolviste el alma, me diste todo lo que necesitaba. Quiero repetirlo. Lo necesito. Haz que tu profesor esté orgulloso de ti, belleza. Vamos a cenar hoy"
Marinette sintió su rostro tornarse rojo nuevamente, antes de simplemente contestarle con tristeza:
"Lo siento, Gabriel, hoy tendré que quedarme en casa... Además, hoy es el último fin de semana antes del incio de clases, lo mejor será que prepare mis cosas. Por cierto, ¿nos darás alguna clase tú este curso? : ) "
Marinette salió de la conversación, dándose cuenta de que tenía un montón de mensajes de la noche anterior de su padre. Decidió no abrirla, pero cuando vio que sí tenía mensajes de Alya, se escandalizó. Fue directo a ver qué tanto había escrito.
"Mari, ¿por qué tu padre me está preguntando si estás conmigo?"
"¿Mari?"
"¡Marinette Dupain-Cheng, respóndeme"
"Mari... estoy investigando. Me acaban de decir que tus notas están bajando en la escuela"
Y un montón de mensajes más.
Marinette no supo bien que contestar, así que tomó una manzana y subió a su habitación para llamar a su mejor amiga con quien había perdido un poco de contacto. Lo último que supo de ella era que estaba empezando una vida junto a Nino, pues habían decidido vivir juntos. No más.
—¿Hola?— se escuchó a Alya del otro lado de la línea
—Hola, Alya, ¿cómo estás? te extraño— dijo ella, con una dulce y tierna risita
—Oh, Marinette, no sabes cómo te extraño. Pero también estoy muy molesta contigo—
—¿Eh? ¿Por qué?—
—¿Me crees tonta?— Alya, diciendo esto, comenzó a bajar la voz —¿Crees que no me iba a enterar que estás saliendo con alguien? Aún no sé con quién, pero o me dices tú o lo averiguo por mis medios—
—Alya... mira, no puedo hablar, pero, ¿puedo ir a tu casa...? creo... que tengo que confesarte algo—
—No me dirás que estás en cinta, ¿verdad?—
—¡Claro que no!—
Y dicho esto, Marinette se arregló para ir a casa de su mejor amiga.
————————————————
Cuando Marinette llegó, agradeció bastante el hecho de que Nino hubiera salido a tomar un proyecto musical en Toulouse, en el sur de Francia. Así, pues entró al pequeño departamento en casi la azotea del edificio. Era modesto, pero la zona no valía el precio. Seguramente Nino y Alya tendrían que dejar el lugar en unos meses si Nino no encontraba algún otro proyecto que les aportara más euros al bolsillo
—Marinette, cuéntame ya—
—Alya... esto es difícil para mi, pero... — interrumpió para suspirar —Ayer dejé de ser virgen. Fui a cenar con él a Saint-Maurice, a fuera del decimosegundo distrito. Nos conocimos en la escuela, y nos fue inevitable comenzar a enamorarnos, o al menos eso yo pienso.
»Amo con todo mi ser la manera en la que piensa. Es maduro, y no tendría por qué no serlo. Es un hombre aventurado, que si rompe su máscara, es una mariposa atrapada que solo quiere ser liberada. Y yo lo amo, Alya. Por eso... quiero estar con él, pero nadie debe de saberlo. No quería decirte por lo mismo—
—Muy lindo discurso, Mari, pero no me has dicho el nombre de "ese" chico— Sonrió Alya, dándole un suave codazo a su amiga, alzando las cejas —¡Necesito más detalles, amiga!—
—Es difícil explicarlo...—
—Deja el misterio, Marinette. Dime ya—
—Estoy saliendo con Gabriel Agreste, el diseñador. Mi profesor—
La sonrisa de Alya se borró inmediatamente.
ESTÁS LEYENDO
"Especial" ; {Gabrinette - Gabriel x Marinette}
FanfictionTras algunos acontecimientos desastrosos que ignoraba, Marinette había comenzado la universidad, especializándose en diseño de modas como siempre lo había soñado. Entre aquellos pasos de la vida que no tenía ni idea de que habían sucedido, estaba l...