capitulo dos

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Young-Mi era una chica bonita, de ojos casi dorados con el reflejo del sol y la piel lechosa, casi blanca. Su piel era suave y brillante, y sus mejillas sonrosadas le daban una apariencia aniñada y adorable. Pero lo que más resaltaba de ella era su dulzura natural. Su voz era melosa, pero no de esas que hacen que quieras quedar sorda, no, esta era una voz que te transmitía alegría y ganas de vivir.

Con los días pasando y Young-Mi pasándose el día en la cafetería de Akiko, más me daba cuenta de por qué razón Aki se había enamorado de ella.

Todos en Hanabi's coffe adoraban a Young-Mi, incluyéndome. Al principio había creído que era una chica de esas que usualmente son las villanas en los libros juveniles y que hacen todo lo posible para que la protagonista casi invisible y el chico que le gusta no puedan estar juntos, pero estaba equivocada. Ella era distinta, y aunque no había intentado ser mi amiga o algo por el estilo, era amable conmigo. Supongo que sabía que Aki me gustaba, todos en la cafetería, incluyendo a algunos clientes, lo sabían, no podía ocultarlo; pero a pesar de saberlo (porque estoy segura de que lo sabía) nunca me trato diferente ni me amenazo para que me alejara de su novio, supongo que era lo suficiente madura como para saber que si Aki realmente estaba enamorado de ella no la cambiaría por otra chica.

Young-Mi se había ganado el corazón de casi todos ahí, y digo casi porque había una chica de cabello castaño y ojos marrón que no la soportaba.

-solo no me parece una persona agradable- tomo un poco de su capuchino. Era nuestro turno de cerrar la cafetería y antes de hacerlo habíamos decidido tomar un café.

Yami Umiko y yo no éramos amigas, solo éramos compañeras de trabajo que se comportaban de manera cordial. Si nos encontrábamos en la calle no nos saludábamos, solo seguíamos nuestro camino. En el único lugar que hablábamos era en el trabajo donde solíamos compartir una charla y un café antes de cerrar, y esa noche no fue la excepción.

Umiko era linda, se parecía mucho a su madre. Era inteligente, pero tenía un carácter duro y frío, además le gustaba criticar a las personas, eso arruinaba todo su encanto y provocaba que la mayoría de los que la conocían quisieran alejarse de ella.

-deberías darle una oportunidad- respondí antes de beber de mi café americano, mi favorito.

-¿Por qué debería hacerlo? Si no es de mi agrado no es de mi agrado. Además, no entiendo cómo es que tu si puedes ser su amiga, ¡te quito el amor de Aki!

Y al escuchar eso casi escupo el café en la cara de Umiko. Tenía razón, claro, pero no sería una persona madura si la odiara solo por llegar antes que yo al corazón de Aki; yo había perdido en una guerra donde no había futuro. Pero, aunque ver al chico que me gustaba siendo tan cariñoso y feliz con su novia me dolía, no podía hacer nada para separarlos, si lo hiciera solo me metería en problemas y quedaría como una niña mimada e inmadura.

-nunca lo tuve- admití con tristeza.

Habían pasado casi dos semanas desde que se hizo la presentación oficial de su relación y aun me dolía. Aki me había gustado dos semanas después de que comencé a trabajar en Hanabi's Coffe. Hace casi un año. Y hasta antes de que presentara a Young-Mi como su novia oficial, yo seguía manteniendo la esperanza de que él se fijara en mi; esperaba pacientemente a que un día llegara y me invitara a salir. Pero nunca paso.

Umiko suspiro con frustración, estaba empeñada en que estuviera de su lado en su capricho por odiar a Young-Mi, pero yo no quería hacerlo, la única razón para odiarla era Aki, sin embargo él estaba feliz con ella y yo estaba tan enamorada que no quería hacer nada por arruinar su felicidad. O tal vez ni siquiera estaba enamorada, tal vez en ese entonces necesitaba amar a alguien por el simple gusto de amar. Suele pasar, solemos enamorarnos del amor, no de las personas ni de lo que son.

Idol. Un Cliché No Tan ClichéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora