capitulo 8

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Al empezar la primera clase Wille escuchaba a un grupo de chicas, lo único que hacían era rumorear. Alegrándose de no ser la comidilla en la U se entero de que el centro de la conversación esta dirigida al nuevo estilo de un chico, sabiendo la identidad del sospechoso suelta una carcajada <<la protagonista ya no tiene a quien rechazar>> se mofa y profesor pide silencio.

Sin prestar atención a la clase dirige todos sus pensamientos a la historia, el protagonista tuvo éxito parcial al inicio de su proyecto. Algunos juegos son robados por el presupuesto no es el suficiente para una seguridad absoluta, por lo que el protagonista invierte todo lo ganado en un nuevo juego basado en una novela.

La mayor parte de los fracasos y robos de la compañía en la historia se debía a Wille, esa piedra que impedía los pasos del mañana. En el momento que la piedra se rompía la compañía se guío por buen camino y el éxito fue mayor al esperado.

La campana suena y el solo toma la mochila en cambio de clases, da un vistazo a sus compañeros, solo en esos momentos nota como quemar todas sus neuronas en el sistema fue lo mejor.

—Wille.— se detiene al escuchar la voz desconocida.

Voltea la mirada a una chica pelinegra, ella lo alcanza, el observándola detenidamente ve que son de una estatura similar, tiene ojos azules que parecen abanicados por pestañas negras, largas y gruesas, una nariz fina y labios gruesos bien formados que al acercarse mostraban una sonrisa coqueta, lo que llamaras una pintura, todas sus facciones son esculpidas.

—Toma.— pasa ella y el acepta un sobre rosa del que emana un aroma floral, esto lo desconcierta e iba a preguntar solo que su mente no trabajo rápido y la chica desapareció.

El no se atreve a seguirla, no lo siente prudente. Guarda el sobre y se dirige al aula donde comenzara su segunda clase e igual que con la primera no le presto atención, y el tiempo que dedico a escuchar pudo captar todo lo importante de la clase.

Muy diferente de sus compañeros, muchos de ellos se ven tan cansados como para abrir un hueco y lanzar sus cadáveres, sintiendo pena por ello se concentro en la clase o lo hizo hasta aburrirse.

En el cambio de salón se encontró con Julian quien tiene la siguiente clase en la misma aula que Wille. De camino le conto como las chicas rumoraban acerca de un chico que vestía camisa azul a cuadros, un jean y unos tenis negros, su compañero entiende la indirecta mostrando una coloración roja que por el contrario genera que Wille lo molesta a un mas.

—Mis padres te invitaron a casa.— revela en un intento por cambiar de tema, en casa sus padres alabaron el nuevo look de su hijo hasta muy tarde y le rogaron invitar a la persona por la que su hijo después de tanto tiempo con cara de vago cambio de look.

—Si puedo ir, pero no será pronto.— confiesa.

Para Julian fue suficiente por lo que asiente sin hablar al notar como el profesor entra al salón. Como en las primeras clases Wille se pierde en sus pensamientos, solo que en esta hora intento pensar en una forma de ganar los créditos suficientes para el semestre y continuar con clases tan flexibles como las que posee.

Siento despertado por el sonido de un mensaje revisa el celular notando un mensaje de Marc, lo invitaba a comer, ese simple texto lo vuelve feliz, por que es un recordatorio de como gracias a su muslo dorado esta historia no lo condenara.

Como acordaron se encuentran en el restaurante. Marc parece la representación de un Gary Stu, un típico personaje al que nunca encontraras una imperfección y si la encuentras lo hace adorable.

Marc al ver a Wille muestra una sonrisa tibia, lastima que no era vista.

—Encontré el lugar indicado para iniciar el negocio, esta cerca a la universidad.— manifiesta relajado y saca su celular para mostrarme la ubicación JPS, era bastante cerca y aparentemente con un precio de Ganga.

No apuestes por personajes secundarios (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora