El pacto entre el sacerdote y el demonio

2.1K 222 40
                                    


El sacerdote XiChen se encontraba orando en la catedral cuando fue visitado por una extraña criatura.

-No creí que fueras capaz de entrar a un lugar santo, Wanyin-dijo XiChen amablemente.
-Tus absurdas barreras no pueden detenerme -dijo el Demonio. -Solo te queda una semana y serás mío.

XiChen se puso de pie levantando la mirada hacia el ser que flotaba frente a el despreocupado.

-Cumpliré mi palabra -dijo el sacerdote sonriendo dulcemente. -Después de todo hicimos un pacto.

Al terminar la semana que XiChen pidió al demonio todos los arreglos fueron terminados, dejo a su tío a cargo de los asuntos de la catedral y el cuidado de los novatos, al caer la noche el Demonio Wanyin volvió esta vez no ha intentar atormentarlo como lo hacía a diario, sino por fin a llevárselo esperando que el sacerdote temblara de miedo por fin al saber lo que le esperaba, pero este seguía calmado.

-¿Seguirás fingiendo que no tienes miedo? -pregunto Wanyin con una maliciosa sonrisa.


-No tengo miedo, acepto feliz mi destino si con ello los habitantes de este pueblo están a salvo -dijo XiChen con su característica sonrisa.


-¿No te molesta tener que entregar tu pureza a un demonio, sacerdote? -pregunto Wanyin tratando de jugar con su mente buscando un poco de control -nunca te dejare volver a este mundo, solo serás mi juguete.


XiChen se puso serio.


-Estoy dispuesto, puedes llevarme -dijo el sin quitarle los ojos de encima al Demonio quien lo tomo de la cintura recostándolo en el altar dejando caer los candelabros con un ruido escandaloso, al ver sus manos apresadas en ese lugar realmente entro en pánico rogando que lo que pensaba no se hiciera realidad, no tenía realmente ninguna experiencia no sabía que planeaba hacerle ese demonio, pero no entendía porque no se iban a su reino de una vez.
-Tengo una idea mejor -susurro el demonio sobre el a centímetros de su oído lamiendo el lóbulo de su oreja -¿Qué tal si te tomo en este lugar?

El corazón acelerado de XiChen quiso detenerse al escuchar tan obscenas palabras, profanar un templo sagrado de esta forma, entonces su voluntad flaqueo y comenzó a resistirse en las fuertes manos de Wanyin inútilmente, quien soltó una sonrisa malvada al ver por fin a su presa aterrada.

-Detente esto no fue parte del trato -grito XiChen de forma desesperada intentando liberar sus manos, pero Wanyin con una de sus manos lo mantenía firmemente sujeto usando su mano restante para tomar su mentón asegurándose que vería sus ojos angustiados.

-Estoy cumpliendo mi parte del trato, mis demonios no volverán a molestar a tu pueblo, te di una semana, estoy harto de esperar, voy a tomarte aquí y ahora, en frente de tu amado Dios -dijo Wanyin

-Aquí no... espera ah! -suplico el sacerdote sintiendo las mordidas del demonio en su cuello mientras desgarraba su parte de su camisa introduciendo su mano para tocar su pecho las manos del demonio se sentían cada vez más calientes -por favor... este lugar... ngh... -fue silenciado por un beso violento que apenas le permitía conservar el aliento.

-¿No te gusta este lugar? Mantenlo en tu mente aquí será donde te robe esa pureza que guardaste celosamente -dijo Wanyin besando su cuello haciéndole sentir que cada parte que tocaba se ponia caliente -no me mires asi, voy a ser gentil contigo, en un momento ni siquiera recordaras donde estas -con esto arranco el resto de su ropa posándose entre sus piernas, XiChen sentia que el calor del demonio rodeando su cuerpo, la fiebre lo hacia sentir ansioso mientras intentaba mantener la calma, sus manos fueron soltadas solo para sentir como uno de sus pezones fue mordido por el demonio y su mano restante iba directo a su parte inferior.

-Ah! Por favor detente ngh... ¡alguien podría venir aquí! -gimió intentando empujarlo con sus manos, pero seguía firme en atacar su pecho y su miembro ignorando sus suplicas -Te lo ruego, estoy cumpliendo... ¡ten piedad! -Wanyin se detuvo y lo miro con tronar los dedos una barrera rodeo el lugar.

El pacto con el demonio WanyinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora