Un mes entero había pasado desde la partida de Thor a su mundo y desde ese instante, Tony había notado un cambio drástico en el equipo. Todos estaban a la defensiva y alterados, era como si temieran un ataque en todo momento, algo que podría ser posible tomando en cuenta de que habían permanecido encerrados en la torre Stark mientras Shield hacía múltiples intentos para comunicarse con ellos.
A pesar de que Tony necesitaba saber qué tan implicado estaba Shield en la elaboración de armas químicas, algo en el fondo de su mente lo mantenía inseguro en todo momento como para tomar las insistentes llamadas de Fury; no ayudaba en nada que su manada también estuviera alterada y saltaran ante cualquier sonido de alerta que daba Jarvis. Al principio, Steve intentó retomar el mando, tratando de organizar reuniones para decidir qué debían hacer desde ese momento, pues en algún momento debían responder las llamadas de Fury, pero de nuevo, el equipo no podía llegar a ningún acuerdo.
Además, Tony no podía concentrarse del todo en la problemática actual porque también había aspectos personales que esperaba resolver pronto. El día en que Steve había sellado su vínculo no se habían cuidado y seguramente había quedado embarazado, una razón por la que su alfa tampoco deseaba que esa reunión con Shield se llevara a cabo, no hasta que supieran su estado de salud real.
Una mañana de tantas en las que Jarvis había notificado que un par de camionetas de Shield se acercaban hacia la torre Stark, Tony tuvo que frotar su cabeza por la migraña constante que le provocaban los múltiples gruñidos de los alfas que se mantenían pegados en las ventanas observando hacia la calle.
—Despliega a la legión de hierro —indicó como todas las veces anteriores en las que los agentes se habían atrevido a acercarse a la torre sin ser invitados.
Todos vieron a los androides descender y después de unos largos minutos, las camionetas partieron de regreso.
—No podemos seguir así —masculló incómodo al notar la revoltura de feromonas agresivas que había dejado la inesperada visita.
— ¿Y qué debemos hacer? —Preguntó Nat con dureza— ¿Solo ir a las instalaciones de Shield y sacarles la verdad a la fuerza?
«Ahí vamos de nuevo» pensó Tony con cansancio.
—Un ataque directo es lo que se merecen por traicionarnos —mencionó Bruce con molestia.
—Un ataque no sería correcto —contradecía Steve.
De nuevo la discusión comenzó a alterar a los alfas, Tony se hizo a un lado necesitando aire fresco de todos esos humores, comenzaba a sentirse mareado por la presión, el estrés y una incomodidad que lo hacía sentir debilitado.
Miró a la lejanía al equipo y su discusión encendida, sabía que la partida de Thor los había desbalanceado, casi sentía que necesitaban otro alfa para cubrir dicho espacio. El rostro ensombrecido de James Barnes vino a su mente. Hizo una mueca interna y se tiró en el sofá sintiéndose cada vez más agotado.
James Barnes era otro asunto que no había podido resolver. Hasta donde sabía, Shield lo había encarcelado e interrogado para saber las ubicaciones de las bases reales de Hydra, sin lograr ningún tipo de respuesta. Por un momento imaginó qué tipo de acciones estaría tomando Fury para obligar a James a hablar y lo único que se le venía a la mente eran torturas similares a las que vivió cuando el mismo Barnes lo había atrapado.
Tony suspiró con pesadez viendo a su alfa en posición firme discutiendo con el equipo quienes no cedían ante ninguna de las opciones que planteaba Steve. De nuevo se enfocó en sus pensamientos donde visualizaba a James intentando sentir algo de empatía por el sujeto, sin embargo, no podía hacerlo después del daño que le había provocado, aun así, sabía lo importante que había sido ese sujeto en la vida de Steve y, aunque su alfa intentara ocultarlo, percibía el dolor de su mirada cuando Jarvis llegaba a hablar de la poca información que lograba recolectar de los interrogatorios de Shield.
ESTÁS LEYENDO
El irresistible aroma del amor (Stony)
FanfictionTony Stark en un omega de sangre pura, concebido en uno de los matrimonios alfa más influyentes de Nueva York. Al ser el primogénito de tan importante familia y sin tener la posibilidad de engendrar más descendencia, Howard se ve obligado a comprome...