Un amor de fama

Capítulo 22 - Invitados y celos

Narra Laura:

Me separe del abrazo, me quede mirándolo, contemplándolo. Quería decirle todo, pero no me salían las palabras. Las cuatro simples palabras. “Estoy enamorada de vos” Esas malditas palabras. Entonces, dejo de mirarlo y me alejo de él, buscando algo para ponerme esta noche para recibir las visitas.

Ross: ¿Salís? – mirando que revolvía mi gran armario.

Laura: No – parando de buscar para mirarlo – Viene una amiga de mi hermana con la familia. Va, su mejor amiga de siempre –  volviendo a la búsqueda de alguna prenda, encontré un vestido. El vestido que me regalo mi hermana que antes era de ella - ¡Me voy a poner esto! – Mostrándoselo - ¿Te gusta?

Ross: Si, es hermoso – sonriéndome.

Laura: ¿Vos que te vas a poner?

Ross: ¿Estoy invitado? – sorprendido – Que raro de tu parte.

Laura: ¿Por qué raro?

Ross: Porque para que me invites a algún lado te tengo que hacer un favor – quedándose pensando - ¡Ah, ya se! Seguro que me vas a pedir algo a cambio.

Laura: No – cerrando el placard – Nada.

Ross: Entonces me quedo a comer.

Laura: ¿Trajiste ropa?

Ross: Si, siempre tengo de más por las dudas.

Laura: Ok. Anda a cambiarte, de paso me cambio yo también.

Ross: Está bien – yéndose.

Cerré la puerta con cerrojo. Me saque la remera, las ojotas, el short y me puse el vestido. Me peine con una colita bien alta, dejándome mechones adelante. Me maquille con base, rímel, los labios de color rojo y las uñas de color transparente con brillitos. Me coloque los zapatos, color negro, taco chino. Ya estaba lista para bajar. Salí del cuarto. Baje y me encontré con Ross ya vestido con una remera negra con rayas verde claro y un pantalón de jean color negro gastado. Un par de zapatillas verdes con blanco. Estaba hermoso y sexy. El chico perfecto.

Ross: Wow – acercándose – Estas divina – sonriéndome – Y hermosa.

Laura: Gracias Ross. Vos no te quedas atrás eh – riéndome.

Mis padres también estaban preparados. Ya estaba la comida lista. Había pollo al horno con papas a la crema y de postre flan casero, hecho por mi mamá era muy rico, si no, no comía otro. Minutos después. Habían llegado. Vanessa abrió la puerta. Salude a mi hermana, después a la amiga, Tatiana, luego a los padres y por último al hermano, que a veces jugaba conmigo cuando éramos chicos, nos llevábamos nada más que un año de diferencia.

Laura: Hola – abrazándolo. Estaba contenta de volver a verlo. Lo extrañe un montón. Cuando se fue Vanessa de casa, a ellos no nos volvimos a ver más. Porque, en realidad, la que venía seguido a nuestra casa era Tatiana, tampoco es que era muy amiga del hermano, solo jugábamos si iba a la casa de ellos - ¿Cómo estas tanto tiempo? – estaba bien formado. Había crecido bastante. Siempre me gusto el nombre. Josh. Amaba ese nombre.

Josh: Muy bien. ¿Y vos? – sonriéndome.

Laura: Genial – sonriéndole.

Ross: Soy Ross Lynch – estirándole la mano a Josh. ¿Qué pasa Ross, estas celoso?

Josh: Si, ya sé quién sos. Un gusto en conocerte en persona Ross. Me llamo Josh. Josh Ravenswood – estrechándole la mano.

Tatiana: ¡Por fin te conozco Ross! – abrazándolo – Lo siento – riéndose de los nervios – Te digo que sos más lindo en persona.