El pequeño fragmento de mi alma.

Día 1

Mientras estuve ahí recostado, pensaba en cuan profunda era mi alma realmente y que tanto me conocía. Pude notar que entraba en la duda de si realmente existía o no, de sí todo este tiempo donde me había ubicado era una verdad o si yo pertenecía a algún lugar específico en este gran espacio donde se esparcían en realidad muchas cosas. Después de preguntarme muchas cosas miré al cielo. Pude notar que era distinto, se había convertido en una dimensión bastante extensa en donde solo estaba un alma volando, un espíritu aprendiendo a volar y un cuerpo solo ahí sentado. El alma se notaba libre e independiente, el espíritu con ánimos de también probar de aquello que hacía a esta tan especial, y el cuerpo. Este solo estaba ahí, como perdido entre la voluntad y el deseo, se veía desorientado, un poco cansado e incluso se notaba deteriorado. Pero, también se juzgaba porque notó que era la cárcel de estos, no podía explicar el porqué dentro de él no se sentían igual de alegres, porqué no podían ser como los veía justo en ese momento. Encogió los hombros y se dijo, igual creo que I importa de esa misma forma volverán a mí y no estaré yo aquí sentado preguntándome tales cosas que a final de cuentas, no le interesan a nadie más que a mí. Levantándose hizo una seña a la cual lo otros dos atendieron y sin decir palabra alguna regresaron a donde siempre estaban. Sin ningún reproche entraron, cerraron la puerta y se fueron. Dentro de mí pensé quién sabe cuándo volveré a verlo. Volviendo en mí noté que ya todo había vuelto a cómo era antes. Fue dónde me pregunté, ¿seré yo esté?