Capítulo 58:

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JESS:

Una semana después...

Me desperté hace media hora, algo así, sí. Marco seguía durmiendo a mi lado, anoche se había quedado despierto hasta tarde organizando un proyecto de la universidad y necesitaba descansar. Hoy tenía que ir al médico para ver si podían retirar los puntos y Marco dijo que me acompañaría. Es curioso, desde que todo acabó parecía reacio a separarse de mí y casi parecía un inquilino más del apartamento. Me gustaba, mucho.

Había decidido levantarme y hacerme un café —hacía ya unos días que había vuelto a la normalidad, a excepción de por no poder caminar tan rápido como me gustaría o por sentir una pequeña molestia cada vez que me movía—, y me costó lo mío, tardé en levantarme como cinco minutos. Ya me encontraba mucho mejor, pero es que cada vez que me levantaba mi mente hacía de psicóloga con mi cuerpo y pensaba que el dolor iba a abrasarme tal y como lo hizo el día que Robinson murió. Marco y Cole me contaron todo lo que sucedió y el resto, es decir, lo que habían hablado con Joan. El proceso de disolver una mafia era lento, y más aún con tanto papeleo y tantos hombres furiosos pero lo estaba consiguiendo, lo consiguió desde el primer momento que puso los billetes sobre la mesa frente a sus hombres y comenzó a repartirlos justamente. Pondría la casa en venta después de que todo acabara, no quería tener más relación con su tío o con lo que ahora quedaba, en pasado. 

Por nuestra parte todo quedaba cubierto, Joan no sería un problema y El Consejo estaba contento con nosotros porque habíamos superado con creces nuestros objetivos sin dañar los suyos, Marco y Cole habían logrado tener al Evil rendidos a sus pies e incluso este último está intentando negociar para convertir al Evil en un barrio como el de antes, en el que la gente pudiera sacar una formación en vías de mecanizado, tecnológicas, etc. El Consejo no quería hacer nada de eso sin una promesa de que la policía no fuera a por todos ellos cuando consiguiesen entrar y querían seguir conservando su jerarquía, pero al menos ya lo estaban considerando, y, si Cole lo lograba ascendería con creces dentro del cuerpo.

Pero claro, aún quedaba otro caso sin resolver, y ese era descubrir quién obligó a Marco a matar a su madre y el por qué.

Ambos Collins visitaron la comisaría un par de veces juntos la semana pasada para seguir prestando declaraciones y por supuesto, para ir a ver al señor Collins, Nick quería ir a verle y hablar con él para recordarle, porque había sido un capullo pero después de todo tuvo buen corazón para afrontar la pérdida de su mujer y para hablar con Marco acerca de todo lo que sucedió. Y no sé en qué momento lo decidió la policía pero le concederían unos días fuera de prisión dentro de un mes o así. La reacción de ambos hermanos no fue para nada lo que me esperaba, porque ambos deseaban que su padre pasara tiempo fuera para hablar con ellos y explicarles muchas cosas, para recuperar al que después de todo era su padre aunque fuera solo por unos días.

Su figura apareció por el pasillo y él se apoyó en el marco de la puerta del salón frotándose los ojos antes de revolverse el pelo. Sonreí al verle aunque, no sabía como había acabado sin camiseta, no había reparado en eso cuando me desperté.

—Buenos días... —Dijo interrumpiéndose a sí mismo con un bostezo—. ¿Ha sonado la alarma y no me he enterado?

Negué con la cabeza.

—Me he despertado unos minutos antes y, como sabía que ayer te acostaste tarde pensé en dejarte un ratito más. —Dije antes de sorber el café sentada en el sillón.

Marco sonrió y caminó hasta mí para darme un abrazo antes de revolverme el pelo, puse mis ojos en blanco.

—¿Dónde está tu camiseta? —Él se miró a sí mismo y entonces se encogió de hombros.

MARCO© ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora