Hija De La Mafia

|• Segunda Víctima •|

El #2

Es sabado y mi mañana empezó algo ajetreada, ya que debía continuar con mís asesinatos

El siguiente era Constantino, conocido por matar hombres? Vaya, creo que ha este le gusta tomar leche de manguera.
En fin... Lo tengo donde quiero que este así que me dirijo a su casa para así comenzar a ver sangre.

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Camino por las calles oscuras, pensando en que con el debería hacer algo diferente, esta noche se me antoja para cena un poco de tortura.
Paso por un pasillo el cual me llama la atención pues un tipo esta tirando algo que al parecer son bolsas de basura.
Un carro da la vuelta en esa esquina y los faros dan su luz al interior del pasillo y es donde lo puedo ver.
Mi ira, odio, los recuerdos y mi sed se ven reflejados en mis ojos mientras me acerco a el.
-Otra víctima he Constantine? - clave mi mirada en el y puse ver como se paralizaba al oír su nombre de mi boca
-Quien eres? - dijo mientras me apuntaba con su arma.
-Baja eso, que de nada te servirá - mi mirada era de insolencia pura - Y dime, quienes fueron tus víctimas ahora, otra familia con un nina de 12 años?
-Tu que sabes perra?
-Se mucho mas de lo que te imaginas, y lo suficiente como para acabar contigo.
-Lo sabia, ese dia dejamos un cabo suelto.
-Un gran cabo, si! Soy su peor pesadilla, mientras ustedes hacían su vida y derrochaban lo que les pagaron por matar a mis padres, yo, me eh especializado en disciplinas de autodefensas, se de arma así como su sabes reconocer a un hombre de lejos para matarlo.
-No me das miedo perra.
-Deberías temerme, pues yo te quitare la vida.
-Sabes? Aslo, igual y me iré a la cárcel.
-Bieenm, de espaldas y de rodillas, hagamos que sea rápido. No creí que me fuera tan fácil. Al menos debiste rogar mas por tu vida.
-Haslo ya maldita pe... - un cachaso en el cuello fue suficiente para callarle el osico.

Salí del pasillo a esperar un taxi al minuto paso uno y lo pare.
-Buenas noches a donde la llevo señorita - lo vi recorrerme con un mirada lasiba
-Si, me podría ayudar a subir a mi esposo, este en el pasillo esta algo borracho y necesitaba vomitar - vi sus cambios de rostro con cada palabra que decía pero su libido subió cuando dije que estaba borracho, creo que esto se va a complicar un poco.
El se bajo y entre los dos acostamos a mi "esposo" en el asiento trasero y yo me subi adelante.
-Ahora si señorita a donde la llevo - dijo mientras posaba su mano en mi pierna , Ohh vamos no quiero matar a un taxista -
El taxi empezó su marcha y justo cuando iba a dar la vuelta en mi calle el taxista giro bruscamente y tomo otra ruta.
-Señor el camino no es por aquí.
-Lo se muñequita
-Es imbécil o que le pasa - sin previo aviso me soltó una bofetada que me hizo golpearme la cabeza con la puerta.
El taxi paro y yo seguía aturdida.
Sentí unas manos en mis pies y tirón que me hizo quedar medio acostada en el asiento.
-A tu esposo no le molestaran tus gemidos mamasita?
-Te advierto, sueltame, no sabes con quien te metes.
-Que? Eres hija de algún wey mafioso - dije que no quería matar un taxista, pues que creen me retracto. A este cabrón se lo lleva la verga hoy mismo.
-No, yo lo soy.
Baje mi mano y tome el cuchillo que traía en mis botas y lo enterré en la cabeza del tipo, este soltó un grito de dolor pero no se detuvo.
Metió las manos en mi blusa y comenzó a tocarme, maldito tipo asqueroso.
Golpee el mango del cuchillo y lo un di mas en su cabeza.
El medio se apodero y me vi inutilizada al sentir un pinchazo en el brazo. Comenze a sentirme débil y mi cuerpo se ablando, deje de defenderme y el tipo comenzo a desabrochar mi short.
Yo solo sentia sus manos en todo mi cuerpo y escuchaba sus palabras sucias en como me lo aria de distintas formas.
De la nada un estruendo me dejo atordudida. La cara del tipo se desfiguro y mi rostro quedo totalmente bañado de su sangre.
Me incorpore retomando la consciencia mientras mi cabeza daba vueltas y lo pude ver, apuntándome con su arma.
Baje mi mano derecha a donde estaba mi sin igual 45.
-Gracias Constantine... Pero eso no te salva de mi - y sin mas saque mi arma y un tiro en la cabeza fue su muerte. Diablos!! Yo que quería tortura para la cena.
Bueno ya sera para el tercero.

A como pude me baje del auto y retorne camino a mi casa.