Hoy no es un día como otro cualquiera, normalmente, mi hermano Marcos y mi madre Sara se pasan el día discutiendo desde que falleció mi padre en un accidente de avión y mi madre se echó novio al poco tiempo. Lo conoció en una convención de abogados en el centro de la ciudad,. Entiendo que Marcos se enfade, para él es como si mi madre no respetase a nuestro padre, pero por otra parte entiendo a mi madre, tiene que rehacer su vida. No puede estar siempre de luto, con 32 años le quedan muchas cosas por vivir. Nos tubo a los 16 años, ya que Marcos y yo somos mellizos y al quedarse embarazada tan pronto no pudo disfrutar lo suficiente y ahora no creo que deba de dejar de hacerlo por papá, seguro que él esté donde esté quiere por encima de todo que nosotros seamos felices. Por lo que eso me situa a mi en el medio de todo este lio constante.
Pero hoy, hoy es un día un tanto extraño, mi madre y Rafa se casan en unos meses y nos mudamos con ellos a la ciudad. Marcos no le ha dirigido la palabra en todo el día y mi madre está de los nervios, para él eso ha sido la gota que ha colmado el vaso y se niega a moverse del único sitio en el que puede recordar todo lo vivido con papá.
Me asomo a su habitación y sigue tirado en la cama. Intento llamar su atención varias veces pero nada, Nada, hace oidos sordos. Sé que esto es difícil para él, pero también lo es para mí. Asumir que mamá se va a casar con otro hombre y tener que mudarnos con él y su familia sin apenas conocerlos, pero aunque me duele mucho ver a Marcos así creo que este cambio nos vendrá bien a los dos ya que por fín podremos conocer a más gente que no sea la institutríz que viene cada mañana a impartir las clases o el cartero.
Por no tener no tenemos ni vecinos, mi padre adoraba el campo y decidió irse a vivir en medio de la nada alejado de la civilización.
"No podemos irnos de aquí." Esas fueron las únicas palabras que salieron de su boca aquella mañana.En casa de Rafa
Rafa está muy nervioso, teme que al irse a vivir Sara con él todo cambie, que no sea lo mismo y sobretodo la relación que habrá entre todos ellos, no se preocupa por Rosy, casi nunca está en casa, siempre está en la universidad o en la biblioteca estudiando, además Rosy ya tiene una edad y entiende perfectamente a su padre. Después está Naiara, que no se preocupa en absoluto de la relación que tendrá con el resto de la familia, solo tiene cinco años y le hace mucha ilusión volver a tener una madre que la peine por las mañanas y a unos hermanos con los que poder jugar. De él que está preocupado realmente es de Manu a sus casi dieciocho años va a empezar bachillerato. No tiene un carácter muy fácil y no sabe cómo se llevará con los hijos de Sara.
Él está en la cocina, preparándole la merienda a Naiara cuando pasa Manu y se despide de ella y de su padre. Rafa se sorprende, dentro de poco llegará Sara con los niños y tienen que estar todos para recibirles y ayudarles a instalarse, pero Manu se limita a asegurarle que llegará a tiempo y se va sin dejar que Rafa le conteste, muchas veces Rafa se da por vencido, Manu es muy cabezota y haga lo que haga no va a conseguir que se quede en casa