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Jaemin se hallaba sentado, siendo curado por su hermano.

-¡Duele!

-¡DEJA DE QUEJARTE! ¿Que te pasó?

-De hecho, que no pasó..

-¡No lo hagas más difícil porque estoy desperdiciando mi valioso tiempo aquí curándote!

-Pero nadie te pidió que- ¡AY! ¡OYE!
Había presionando el algodón con alcohol sobre su herida, con fuerza, sacándole un grito de dolor.

-¿Me dirás qué pasó?
El pelirrosa rodó los ojos al recordar..

...

Al ver a los dos chicos, Jaemin reaccionó mal y cerró la puerta para gritarles que se fueran, bueno a Mark porque a Jeno le pidió amablemente que se retirara. En fin, tropezó con una piedrita haciéndose un raspón en la rodilla, no fue el único, Mark se cayó y comió arena. Jeno ayudó a Jaemin a levantarse y luego corrió hasta su casa gritando "yo no estuve aquí". No sabía si reír o llorar en ese momento, solo hizo lo primero que se le vino a la mente, rodar.

-Dime, ¿que pasó?

-Pues..... ¡Quise besar el suelo!
Donghyuck levantó una ceja pero empezó a reírse llamando la atención de la mujer en la cocina.

-¡Besar el suelo implica entrar gritando que te rompiste la pierna solo cuando fue un raspón!

-¡Mamá!

🍬🍬🍬

-¡Mark tonto tonto tonto! ¿¡Por qué tocaste la maldita puerta?!

-¡Yo no fui el que estaba preguntando si Jaemin se molestaría! ¡Viste como reaccionó!

-Bueno a mí me conocen ¡Pero a ti no!

-Cierto..
Mark frunció el ceño e hizo un puchero que Jeno tuvo que sacarle de la casa antes de que se arrepintiera de todo.

Mark rodó los ojos y pateó una piedra, luego le pidió disculpas y le preguntó si le había dolido, llamando la atención de un morenito quien salió con el ceño fruncido.

-¿Ahora hablas con las piedras?

-¡Claro que no! Solo estaba aquí, sin hacer nada y tal vez hablé ¡Así de la nada!
Donghyuck ladeó la cabeza y arrugó su naricita.

-¿Enserio no hablas con las piedras? Creí que podrías enseñarme..
Mark casi muere por el puchero del menor.

-Lo dices de broma.... ¿Cierto?

-Bueno si, ¿cómo es que eres tan inteligente?
Rodó los ojos y le miró alzando una ceja.

-Gracias, pero no creo serlo, de hecho soy tan inútil que no puedo ni servir agua sin derramar.
Como si de un chiste se tratase, el moreno se empezó a reír fuertemente, haciendo sonreír al pelinegro.

-¡Oh bebé debo volar! Es tarde.. Cuídate si.

-¡Te dije que no me llamaras así!

-Pronto te lo diré más seguido y no te quejarás... Bueno, ¡hasta la próxima!
Y salió corriendo de una forma graciosa porque vio a Jaemin mirándolo mal por la ventana.


-Que raro... Pero es lindo...
Y se fue silbando.





....

-Debo hablar con Jeno sobre esto..









Mi mamá y sus ¿fetiches? raros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora