Pero el amor es lento, pero el amor es muerte
resignada y sombría: el amor es misterio,
es una luna parda, larga noche sin crímenes,
río de suicidas fríos y pensativos, fea
y perfecta maldad hija de una Poesía
que todavía rezuma lágrimas y bostezos,
oraciones y agua, bendiciones y penas.—Efraín Huerta
Creo que nunca más podremos ser lo que fuimos.
Querida J:
Hay momentos en los que me encuentro muy sola. Divago sin parar sin encontrarme a mí misma. En este mismo instante estoy dando caladas a mi cigarro, no para de hacer frío acá por el pueblo y me mantengo escribiéndote en mi mente cartas que nunca leerás. La vista que hay desde mi bote es sorprendente me permite vislumbrar la mayoría del vecindario a lo lejos. Hay pocos botes navegando hoy, apenas es de día y está lloviendo pero yo me he levantado muy temprano para navegar en la embarcación. Viento en popa. Quizás te preguntarás ¿por qué? porque he tenido ganas de escribirte en mi mente.
De hecho no hay día en que no tengas ganas de escribir, a veces solo no lo hago…No sé cómo.
Tengo días difíciles, extraños y muy neutrales. No diré que no hay momentos en mi vida donde me encuentro tranquila, feliz y suelto algunas carcajadas. Claro que los tengo pero no es igual sabes.
No es igual despertarme un domingo por la mañana sin tener idea de qué es lo que haré, no es igual pasar mi brazo por un lado de la cama y darme cuenta que no hay si quiera una silueta tuya parada en la ventana. Y a eso me limito. A comparar mis días solitarios con aquellos en los que tú te encontrabas a mi lado.
Extraño tu calor, tus besos, la suavidad de tu piel, las miradas que me dedicabas, tu sonrisa, tu pequeño cuerpo tendido sobre el mío dejando suaves besos sobre mi sien, para luego descender a mis mejillas y barbilla.
Pero trato de dejarlo fluir.
Cierro los ojos.
1…2…3
Y no estoy aquí. Ni tú. Ni la presencia de otras personas.
Quisiera que probaras la miel salada que recorre por mis pupilas hasta descender en la comisura de mis labios cada vez que pienso en ti.
Pero no estás aquí. Y como dije.
1…2…3
Pasan los días y me percato de la soledad que me invade, se coloca sobre mis hombros y me obliga a permanecer en cama por días. Controlo mis sentimientos y dejo de sentirme mal. Y sí, sé que estoy sola en esto pero ahora he vuelto a recordarlo, y la tristeza permanece sobre mis párpados, sobre mis labios temblorosos.
He aprendido a dejar de temerle a la soledad, al contrario, la he vuelto mi amiga. Porque siempre ha estado conmigo desde muy pequeña. Me olvidé de ella cuando te conocí, cuando me enamoré de ti y cuando viví contigo.
Nuestras amigas han tratado de cuidar de mí, a veces se quedan en mi casa y algunas otras veces han pasado la noche conmigo, en la cama. Ni yo sé cómo. Pero no es lo mismo. No es hacer el amor contigo.
No eres tú.
Y yo, no soy yo.
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Querida J
FanfictionYuri ha tomado la embarcación, y se ha decidido a escribirle a su amor. ❝ Princesa de hielo...¿Cuántos inviernos tenían que pasar para que volvieras a mí? ❞