Perfectly out of key

Capítulo 10: Bad Behavior

"Oh, I inhale you in small doses but adore you like the roses, when you're bad for me, yeah. But you're bad for me", The Maine.

Juliana POV

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Con mis ojos aún cerrados, inhalo profundamente y un aroma floral invade mis sentidos de inmediato, siento una ligera presión sobre mi pecho y suaves soplos de aire contra mi cuello. Sonrío automáticamente, recordando exactamente dónde estoy y por qué.

Abro los ojos solo para confirmar que Valentina está acostada a mi lado, casi encima de mí, su piel blanca y delicada contrasta perfectamente con la mía. Intento disfrutar al menos un poco más de la paz que siento en este momento exacto, algo que no he experimentado durante tanto tiempo que ni siquiera puedo reconocer la sensación.

Moviendo mi cabeza un poco, vislumbro el reloj en la mesita de noche. Son las 7 de la mañana de un domingo. John y Daisy no trabajan hoy, pero no quiero que me atrapen en la habitación de Valentina. Así que cuidadosamente comienzo a mover su brazo de mi torso, tratando de no despertarla. Me alejo de su cuerpo y la cama, extrañando su contacto al instante. Respiro profundamente mientras trato de encontrar mi ropa en el suelo con la poca luz que entra por la ventana.

Con la playera puesta, tomo el resto de los artículos que quedan y camino hacia la puerta, haciendo mi mejor esfuerzo para no hacer ruido. Debo haber fallado, porque antes de que pueda alcanzarla, una voz suave me llama y me hace sonreír.

"¿Escabulléndote?" Valentina pregunta. Me doy la vuelta para encontrarla sentada contra el respaldo de la cama, con las sábanas enredadas en sus piernas pero su torso completamente expuesto. Miro más de lo necesario, incapaz de creer que una mujer así ya haya compartido dos noches conmigo. Es surrealista.

"¿Juls?" La mención de mi nombre me devuelve a la realidad. Sacudo mi cabeza, tratando de reaccionar.

"Lo siento. Debería volver a mi habitación antes de que los chicos se despierten" Respondo cuando finalmente logro recordar la estúpida razón por la que no estoy acostada en la cama junto a ella, disfrutando de la sensación de nuestros cuerpos juntos.

"Eres la única que se levanta temprano un domingo" Responde y sonrío. "Además, irse está sobrevalorado. Deberías quedarte". Mi sonrisa se ensancha pero no me acerco ni un centímetro.

"¿Ah, si? ¿Cómo es eso? Acordamos que no les diríamos nada sobre... Bueno, sobre nosotras" Hablo sin siquiera entender mis propias palabras. ¿Nosotras? ¿Hay un nosotras? Dormimos juntas dos noches seguidas, pero eso es todo. Decido no seguir ese camino en ese momento. "Vuelve a dormir" Le digo, pero una vez más mis pies están atrapados en el suelo sin moverse y mis ojos todavía perdidos en la magnífica obra de arte que es Valentina Carvajal desnuda delante de mí.

"No veo que te vayas" Dice con una sonrisa y me lamo los labios, incapaz de pensar en otra cosa que no sea volver corriendo a la cama y quedarme allí con ella todo el tiempo que pueda.

"Me estás distrayendo mucho" Respondo tragando saliva.

"¿Yo? No quiero ser una distracción" Se está haciendo la inocente y hace que me arrepienta aún más de mi decisión de irme. Pero debo. Me doy la vuelta de nuevo, dando los pocos pasos que quedan hacia la puerta y la abro rápidamente antes de mirar a Valentina por última vez.

"Nos vemos en el desayuno".

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Estoy en la cocina friendo unos huevos cuando siento un par de manos frías debajo de mi camiseta. Reconozco su olor de inmediato y entro en pánico. Pero antes de que pueda alejarme, ella coloca un suave beso en mi cuello y da un paso atrás.