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Las agujas del reloj no eran negras, sino un bordo muy oscuro. Y no sabía porque lo notó en aquel momento, en aquella situación. Supuso por el hecho de que las estaba mirando desde hace más de quince minutos.  

Habían discutido, como todas las semanas, por una estupidez, como todas las otras veces.Louis era un holgazán, la idea de salir al mundo exterior un viernes por la noche no era una de las dos primeras opciones por las que optaría, ni siquiera la quinta opción. Prefería quedarse en casa, viendo una película y comiendo chocolate. ¡Eso sí que era una noche bien aprovechada! Pero claro, Harry disfrutaba el salir a pasear o ir a tomar un helado, por lo tanto hacía lo necesario para complacerlo. El problema era que si salían, no podían ser ellos mismos. No sólo por el hecho de que habían firmado un contrato que les prohibía tal cosa, sino por las cámaras, los fans, los guardias empujando a gente y a ellos mismos. Era agotador tan sólo pensarlo. Así que tenían que quedarse encerrados en casa, lo cual ponía de mal humor a Harry. Era en ese entonces cuando las respuestas de mala gana y miradas despectivas comenzaban. Empeoraba cuando los comentarios sarcásticos de Louis salían a la luz. No lo malinterpreten, Harry adoraba cuando se comportaba de esa forma pero cuando era con él... tenía ganas de abofetearlo. 

"¿Y qué quieres que haga? No es culpa mía que nos sigan los fotógrafos" decía Louis.

"Vamos a interactuar con otros seres vivos, ¿Qué te parece?" respondía Harry con desdén  "Estoy harto de estar entre estas cuatro paredes a solas contigo desde hace tres días, te pones insoportable, como un viejo de ochenta años. Sólo quiero salir un rato"

"Oh no te preocupes, falta poco para Diciembre. Pronto te irás, no sé, de compras tomado de la mano con una modelo de metro ochenta".

Allí era cuando todo se iba a la mierda.

Y bueno, ahora estaban los dos sentados en el borde de la cama, dándose la espalda. Harry jugueteaba con el anillo en su dedo juntando las cejas, mientras que Louis miraba el reloj. Se sentía culpable, porque esta vez había empezado él.

-Lo lamento-dijo a secas, podía reconocer a si mismo que había hecho algo mal pero decirlo en voz alta era todo un esfuerzo para él. Y Harry lo sabía, pero eso no logró que estuviera menos enojado.

-Eres tan irritable.

-Y tú irritante. 

Styles endureció la mandíbula. Lou nunca podría guardarse sus comentarios, eran más fuerte que él.

-Estoy harto-suspiró el rizado. Louis volteó, esa no era una de las respuestas que solía darle.

-¿De mí?-preguntó tímido. Pronto la pelea y el enojo habían quedado de lado, ¿Harry estaba cansado de él, de su forma de ser? No quería que lo deje.

-No, no de ti-dijo sonriendo de lado, a pesar de que él no pudiese verlo. Louis observó su espalda y la cabeza hundida entre los hombros, luego volvió a tomar asiento en su lado de la cama-Estoy harto de la situación, de esto, de discutir a causa de otros.

-¿A qué te refieres?

-Que ni siquiera podemos discutir por problemas íntimos, sino por causas "externas". Ya sea por la fama o por el contrato-oía su voz entrecortarse-Nos han arrebatado la vida, Lou.

 Louis oyó el sollozo del chico y al sentir como sus ojos se humedecían, cerró los parpados con fuerza. Harry se pasó el dorso de la mano por la nariz y tomó una bocanada de aire.

-Sabes que si pudiera hacer algo para cambiar esto, lo haría-murmuró Tomlinson cabizbajo.

-Entonces hazlo-respondió a secas. Louis se quedó mudo y luego sintió como el colchón se movía debajo de él, perdiendo peso desde el otro lado. Luego, un portazo.

Dieciocho » Larry Stylinson [one shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora