Pokemon V: La Batalla Contra la Elite

Capítulo XLVII

      No me había percatado en lo mal que están las cosas aquí. Los miembros de la Elite corren por todas partes, sus Pokemon y esos sujetos van en son de guerra. Tengo que escabullirme por los rincones para que no noten mi presencia. Si alguno de ellos me bloquea el paso, seguramente Jason logrará dispararme por la espalda.

     Es estúpido estar intentando escapar de ella, pero ¿qué más puedo hacer? No puedo enfrentarla mientras esté dispuesta a dispararme. Necesito encontrar un sitio oscuro, un sitio donde pueda luchar con ella y al mismo tiempo pueda cubrirme… Un lugar como esa bodega que tengo enfrente.

     Tengo que aplicar demasiada fuerza para abrir la puerta, así como tengo que contenerme para que la misma no se abra demasiado y pueda cerrarla velozmente. La bodega está llena de cosas inservibles, me atrevo a decir que es aquí donde la Elite guarda lo que utilizan para las construcciones de sus edificios. Alcanzo a ver, gracias a la luz de la luna, un enorme bloque de cemento tras el cual puedo ocultarme sin problemas. Me agazapo detrás de él, sintiendo mi corazón latir a mil por hora. Jamás creí que el simple hecho de tener a alguien apuntándome con un arma pudiera aterrarme tanto. Creo que ha sido mala idea separarme de Fox.

     Se escucha cómo se abre la puerta de la bodega. Una persona da un par de pasos hacia el interior y la puerta se cierra. Se escuchan también los pasos de un Pokemon. Apostaría mi vida a que se trata de un Scyther. ¿Ella está aquí?

     —Sal ahora, Crown. No quiero jugar a esto.

     Sí, está aquí.

     Tengo que contener incluso mi respiración para no delatarme.

     —Sé que estás aquí dentro —sigue diciendo, escucho sus pasos y los de su Pokemon—. ¿Eres una cobarde, Crown?

     No respondas, no respondas…

     — ¡He dicho que salgas! ¡Sé valiente y da la cara!

     — ¡Mira quién habla de valentía!

     Mierda.

     Sé que se ha quedado quieta pues sus pasos dejaron de escucharse.

     — ¿Por qué no sales, Crown? ¿Tienes miedo?

     — ¿Por qué no vienes a buscarme? ¿Te asusta lo que puedo hacerte aquí que no hay nadie que te defienda?

     ¿Pero qué mierda estoy haciendo?

     —He dicho que salgas ya. Terminemos con esto antes de que se alargue más de lo necesario.

     —Si salgo de mi escondite, lo único que haré será asesinarte. ¿En verdad quieres que lo haga?

     —No tienes las agallas. Si fueras capaz de hacerlo, no estarías ocultándote.

     Sus pasos vuelven a escucharse. No puedo salir de aquí, me encontrará si lo hago.

     ¿Cómo atacarla sin salir de mi escondite?

     —Te haré un favor muy grande si sales de donde sea que estés ocultándote —dice—. ¿No te gustaría reunirte con la zorra de tu hermana?

     Sólo cierro los puños con fuerza y muerdo mi labio inferior hasta que siento que brota una gota de sangre. No debo salir, no importa lo que ella pueda decir.

     — ¡Dije que salgas ahora!

     — ¡Ven aquí si tanto quieres conseguirme!