Capitulo 1. Way Down Go

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...Padre dime, ¿Obtenemos lo que merecemos?...

-KALEO.

-En el año del 2066, nuestro mundo sufrió una devastadora guerra, acabando con incontables ciudades, la mayor parte del mundo quedó en ruinas. A causa de un conquistador que poseía una de las mejores tecnologías en aquel siglo, por lo que una rebelión sería una batalla perdida, muchos intentaron derrocarlo para ganar su poder, o liberar a las naciones, pero nadie lo logró. Hasta que 25 años después fuimos liberados de un ser obsesionado por el poder y la riqueza. Un grupo de personas se unieron para impedir que el enemigo siguiera apoderándose de cada rincón del mundo, uniendo fuerzas e inteligencia lograron irrumpir sus fortalezas, se desató un incendio y el enemigo murió, al igual que todos los que estaban en el palacio.

>>Los días pasaron, y la sociedad se recuperaba poco a poco, pero la falta de un gobernante dejaba vulnerable a la sociedad, a merced de otros conquistadores. Por lo que se nombró rey al cabecilla del levantamiento, aquel que había devuelto la libertad y seguridad, y fue así también como los reinos del Oeste surgieron; Bridgestone, Asteroz y Westpoint, jurando apoyarse y volver a unirse ante cualquier enemigo.

>>Ahora, ¿Quién pude decirme el nombre de la persona que encabezó la Revolución del Oeste? -pregunta la maestra.

-Maximilian Lexingtone -contestó alguien entre todas las manos alzadas.

-Muy bien Will, ¿Y quién me dice el nombre del opresor? -volvió a preguntar, sin embargo, esta vez nadie alza la mano - ¿Señorita Rosewood?

Levanté mi mirada, topándome con los penetrantes ojos de la maestra y sintiendo la mirada de todo el salón.

-Alexander Novak -contesté de memoria.

-Muy bien Señorita Rosewood, Alexander Novak fue el conquistador que su propia adicción por poder, lo llevo a la ruina -repuso la maestra, como si se sintiera particularmente satisfecha por lo que le había deparado el destino a aquel hombre.

-Maestra ¿Usted ha visto las ciudades caídas? -preguntó una chica del fondo.

-No querida, pero el rey ha sido muy generoso y decidió enviar al instituto una grabación de su último viaje con el príncipe -dicho eso, corrió al proyector y el video empezó mostrando los países y monumentos que solían ser muy importantes y que ahora quedaban casi irreconocibles, entre ellos el que más me llamaba la atención era la Ópera de Sídney, ahora solo quedaba la mitad de la estructura en pie, las paredes manchadas por humedad y maleza, deteriorada en su totalidad.

Me gustaba imaginar cómo pudo ser; un monumento imponente, su techo en forma de conchas en perfecto estado, un color claro que contrastaba con el azul del cielo, y por las noches las luces reflejadas en el agua cristalina, con gente agrupándose para ver un magnífico espectáculo. Estaba tan sumida en mis pensamientos cuando pasó una imagen del príncipe, muchos suspiros se escucharon, rodeé mis ojos; solo lo veíamos cuando se hacía algún anuncio importante en el anfiteatro del reino o pasaba en su ostentoso carruaje con su familia.

- ¿Por qué es tan condenadamente guapo? -pregunta mi amiga a un lado mío en susurro, refiriéndose al príncipe.

-Aledis, a ti todos te parecen guapos -contesto divertida de igual manera.

-Estás exagerando Mallory, solo se reconocer la belleza cuando la veo; y el príncipe Lexingtone nunca pasará desapercibido ante mis ojos.

-Solo te refieres a la apariencia, ¿qué puedes decir de su carisma o intelecto, o su futura habilidad para gobernar? ¿O si se tira de pedos cuando está solo? -pregunté interesada en sus respuestas.

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