Mickey había estado en el Paramo por un tiempo, no mucho, tal vez unos dos días enteros por lo menos, pero no había dejado de moverse desde que fue arrojado a ese extraño mundo por la Mancha Fantasma. Ahora solo le faltaba recuperar la última pieza del cohete que Oswald le había pedido y regresaría a casa. Mientras recorría cada zona en el Páramo, Mickey procuraba ayudar a cada toon que lo necesitaba, él siempre fue solidario y generoso por naturaleza. No le molestaba ayudar a otros sin recibir nada a cambio, ver la sonrisas de los además es más que suficiente te para él. Era casi una reacción automática acudir al llamado de alguien que lo necesita, no podría negarse a ayudar a los demás.
Si bien sabía que ese rasgo de su personalidad no es del todo una virtud (como cuando se satura de tareas y compromisos que a duras penas logra cumplir), había ocasiones donde a su cabeza se le ocurría pensar que realmente esa parte de él es solo tiene un lado. Uno demasiado negativo...
A veces algunas personas que observan ese comportamiento servicial y gentil, pensaban que él era una persona fácil de pasar por encima...
Pensaban que era débil...
Normalmente no se fijaría tanto en esos señalamientos, ni siquiera se molestaría en pensar mucho en esos comentarios, Mickey podría ocuparse de un millón de cosas mas importantes en lugar de estar pensando en eso.
Pero...
Habían momentos donde su cabeza no podía dejar de martillar su mente con esas palabras, las palabras que algunos toons le habían dicho en su travesía:
"Eres demasiado blando para mi gusto"
" Siempre me imagine que serias un poco más rudo"
" Utilizar un poco de diluyente no estaría nada mal ¿Sabes?"Estaba consciente que muchos de los habitantes del Páramo habían sido muy amables con él, solo dos o tres de ellos fueron quienes tenían una "critica constructiva" ante su forma de actuar. Nunca se puede dar gusto a todo mundo (y él sabía mucho sobre el tema), así que no debería de perder el tiempo con esas tonterías...
Pero tal vez...
Tal vez era por estar en un lugar del cuál no está del todo familiarizado, o tal vez el hecho que no tenía a sus amigos cerca, o el sentirse observado por desconocidos que solo piensan en encontrarle algún defecto, hacía que la paciencia fuera desplazada y empezara a emerger el enojo.
¡Y Por su puesto que estaba molesto! ¡Llevaba dos días completos tratando de enmendar su error y resulta que ahora era "demasiado bueno" para esas caricaturas!Muchas veces su mente divagaba, no solamente en el Páramo, sino tambien cuando estaba en casa. Su mente llegaba a formarse preguntas que acrecentaban su ansiedad...
¿Como sería ser diferente? ¿Poder hacer el bien y no ser catalogado como débil? ¿O que los demás le tuvieran confianza para ayudarlos y que tuvieran la certeza que él podría superar cualquier dificultad? Y que no pensaran que era demasiado blando...
A veces le gustaría ser rudo, para que los demás sepan que es lo suficientemente fuerte y listo ante cualquier adversidad; Ser gentil para que las caricaturas sepan que se preocupa por su bienestar...
Rudo y gentil...
De pronto en su mente la imagen de un toon llegó. Una imagen que representaba esas dos palabras que aplicadas a su existencia no concordaban en absoluto. Rudo y gentil...
Como lo es Oswald.
Y es que Mickey lo había notado. Oswald era más que el rey del Páramo, él era un líder verdadero para todas esas caricaturas. Todos acudían a él y parecían orgullosos de su gobernante, incluso se atrevía a decir que la presencia de Oswald les daba una seguridad para enfrentarse a las dificultades...
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Te admiro...Te envidio
FanfictionSinopsis: Antes de seguir con la búsqueda de las piezas para el cohete que lo devolverá a casa, Mickey piensa sobre las cosas que a escuchado de alguna caricaturas olvidadas llevándolo a la conclusión de que la admiración esta muy ligada a la envidi...