- Tenemos que comprarle el regalo a Ana ya de ya-le dice Miriam desde la pantalla de su teléfono, que Aitana tiene apoyado en el espejo contra el que se inclina para ponerse las lentillas y poder pintarse los ojos.
- Cuando tú tengas un rato.
- ¿Mañana puedes? Roi trabaja, pero podemos llevarnos a este chiquitín -propone acariciando la mejilla de su hijo, que come agarrado a su pecho en calma- no creo que dé guerra.
Aitana aletea las pestañas para ver qué tal le han quedado repasando mentalmente si tiene algo urgente que hacer al día siguiente.
- Bueno, mejor otro día, no vaya a ser que hoy no acabes la noche en casa
Aitana rueda los ojos y niega buscando un pintalabios en el neceser.
- No empieces.
-Te estás arreglando mucho y hasta te vas a pintar los labios-exclama asustando levemente a su hijo- La tía Aiti no va a dormir mucho esta noche-dice con tono dulce mirándole comprobando que sigue bien agarrado.
-Probablemente, pero porque tengo insomnio, idiota. ¿El mono negro entonces?
Miriam asiente enérgicamente provocando una risa en Aitana, que desaparece unos segundos en la habitación para ponerse su mono largo con un hombro al descubierto y cinturón que apenas se ha puesto en un par de cenas importantes. Vuelve al baño para coger el móvil y Miriam le silba al verla.
- Preciosa, en serio, estás guapísima.
-Tú sí que estás guapísima-le asegura Aitana a Miriam, que últimamente hace comentarios sobre su cuerpo dejando ver que el embarazo y el postparto han hecho aparecer en ella unas inseguridades que antes no tenía.
Ambas oyen el timbre y Aitana busca con la mirada su bolso.
- Ahí tienes a tu Romeo. Aitana-dice antes de que ella rechiste- Pásatelo muy bien, con ojo, pero tampoco te frenes si se te lanza y te apetece.
-Te quiero mucho. Adiós a los dos-responde mandándole besos a través de la pantalla para ella y el niño antes de colgar y calzarse mientras se cuelga el bolso para correr hacia el ascensor.
Le encuentra apoyado en sus portal con la sonrisa puesta, que se ensancha al verla salir del portal. Se saludan con un abrazo y un beso en la mejilla antes de subir al coche que la editorial les ha mandado.
- Estás...preciosa-dice Iván algo nervioso, provocando que Aitana sonría sonrojada.
-Tú también.
La fiesta de la presentación del libro del escritor revelación y mejor fichaje de la editorial que publica también su revista se lleva a cabo en una sala en pleno centro.
El equipo de marketing ha invitado a personas influyentes y puesto empeño en ambientar la sala con luces de colores y plantas exóticas siguiendo la temática del libro.
Entran juntos saludando a compañeros de profesión que conocen y Aitana agradece poder tener a alguien de confianza al lado, cuando reconoce entre los rostros algunos que ha visto en noches que tiene algo borrosas en la mente y que desde luego no quiere recordar.
Mira alrededor de la sala mientras Iván le habla preguntándole qué va a pedir buscando quizá que nadie la reconozca a ella. Aunque es verdad que la Aitana de ahora dista mucho físicamente de la que deambulaba con unas rayas de más por locales donde el dinero y la droga se mezclaban en un ambiente turbio.
-Perdón-dice negando con la cabeza volviendo a prestarle atención.
-Decía que qué querías-repite acercándose un poco más para que le oiga por encima de la música.
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Canción Desesperada (II)
RomanceSegunda parte de Canción Desesperada. 5 meses después. ¿Cuando lo has perdido casi todo, por qué merece la pena seguir?