Capítulo 4 - Lluvia Parte 3

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Es difícil expresar o decir lo que sentí en ese momento así que para ello usaré una frase dicha por un sabio alguna vez.

" Habrás encontrado a la persona correcta
Cuando no tengas que mendigarle nada
Ni amor, ni cariño, ni sexo, ni apoyo, ni amistad.
Porque simplemente te lo dará todo antes de pedirlo".

Es fácil de entender pues Emilia era eso para mí la persona correcta, la mujer más hermosa, más cariñoza y tierna que alguna vez conocí y el amor que ella sentía era generado por mi, yo era su mundo y ella el mío, era lo más hermoso que un hombre podría tener y eso era solo mío, pero no lo sería por mucho tiempo y ya tenía fecha limite...

Nunca había llegado a pensar que todo lo que empezó bien aquel 5 de marzo poco a poco se iba a ir volviendo un infierno y ahora la luz de mi vida se iba apagar, sin tener la más mínima oportinidad de impedir que eso suceda, sin siquiera poder dar la mitad de tu vida con tan solo poder pasar un poco de tiempo a su lado

Por más triste que estuviera no podía demostrar ese dolor a mi amada Emilia así decidí calmarme antes de ir a casa pero primero llegué algunas agencias de viajes e ir con ella a otro lugar y regalarle los mejores últimos días de su vida, porque incluso hasta el último momento siempre te voy a estar amando,

No tarde mucho en elegir el lugar porque ya sabía perfectamente cuáles iban a ser e incluso pagué todo por adelantado, con tal de hacer que ella estuviera feliz sería capaz de dar todo.

Llegue a mi casa y ahí estaba ella, con un vestido rojo ( le quedaba hermoso y a mi me mataba la forma en que se veía ella, simplemente sentía más ganas de enamorarme de ella).

- Te estaba esperando Cavil - dijo - ¿Como estuvo tu día?.

Yo quede completamente paraliza al ver a Emilia - Te vez extremadamente hermosa - le dije (ella se sonrojo, siempre lo hacía cuando yo se lo decía de esa forma, cuando me perdía contemplado su belleza).

- Gracias amor de mi vida-- respondió.

Yo camine rápidamente donde estaba ella abrazándola tan fuerte como si nunca la fuera a dejar ir, puse mis manos sobre su mejilla juntando mi frente con la de ella cerrando mis ojos - te amo y te amaré por toda la vida -.

- Yo también te amo-.

Nos besamos después de eso...

Había Preparado una gran sorpresa para mí, sabía que amaba comer salmón con yuca al vapor ( a mi abuelo le encantaba y yo tome eso de él), a ella casi no le gustaba pero ella hacía el intento solo para demostrarme cuanto me amaba, dejaba a un lado todas esas cosas solo con la intención de hacerme sentir bien y yo también hacía eso por ella.

La confianza y honestidad fue algo que siempre presente en nuestra relación el uno confiaba del otro ciegamente, los problemas no los solucionabamos peleando ni nada de eso, ni mucho menos gritando y para ser sincero nunca ninguno de los dos le grito al otro, parecía una relación sacada de alguna novela escrita por K. J. SUÁREZ, pero era verdad... Simplemente vivíamos un verdadero cuento de hadas.

Aunque no siempre fue así, recuerdo que una vez discutimos por algo, no recuerdo bien que era solo que nos dejamos por casi un mes yo estaba totalmente devastado y sabia que en parte había sido culpa mía, pero estaba dolido y la quería ver, quería poder abrazarla y nunca soltarla así que me llene de fuerzas y la llame varias veces hasta que contestó la llamada.

Pedir perdón es de inteligentes, perdonar es de nobles pero perdonarse es de sabios.

La amaba tanto que pude dejar ir todos los pensamientos negativos que de mi brotaban y gracias a eso hoy puedo decir que he vivimos los mejor años de mi vida.

Hasta el último momento  ( Finalizado) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora