Quiéreme Si Te Atreves

Capítulo 2

Una familia me adoptó cuando cumplí 7 años.

—Hola, muy buenos días ¿En que podemos ayudarle? —abrió la puerta la directora del orfanato

—Hola, disculpe ¿Este es el orfanto del estado de Texas? —preguntó
una señora que venía acompañada por su esposo.

—Si, ¿En que podemos servirles?

—Pues a mi esposa y a mi nos interesa adoptar a una niña. —exclamó aquél señor

—Claro que si, pasen, pasen por favor 

—Gracias. —sonrió la señora

La directora llevó a los señores a dar un recorrido por el
orfanato, y llegaron al patio.

—Bien, como pueden ver aquí es el patio principal ¿Alguna niña que les llame la atención?

—Amm pues... —se detuvieron a pensar por un momento mientras miraban a su alrededor a las niñas que ahí jugaban pero ninguna de ellas les llamaba la atención. Hasta que me vieron a mi, que estaba sentada abajo de un árbol...completamente sola.

—Amm...creo que ya hemos tomado una decisión. —sonrieron entre si

—Muy bien, ¿Cuál les interesa?

—Esa niña de ahí la que esta sentada debajo del árbol. —me señalaron

—¿Ella?. . . —se detuvo a pensar por un momento—. Muy bien, por lo regular dejamos que los señoreshablen con ellos antes de proceder con los papeles de adopción

—Bueno, así será. —asintieron

—Perfecto, hablen con ella y los espero en mi oficina. Permiso.

Los 2 señores se acercaron hacía mi. Y se pusieron a mi altura

—Hola pequeña. ¿Cómo te llamas? —sonrió aquella señora

—Vanessa. —contesté asustada

—Hola Vanessa, mucho gusto ¿Que haces aquí tan sola?

—Nadie quiere jugar conmigo aquí. —agaché la cabeza

—Mmmm —la sonrisa de ambos desapareció, pero regresó a los pocos segundos—. Bueno Vanessa ¿Qué te parece si te vas con nosotros?

—¿A donde? —alcé la mirada— ¿Para que? ¿Por qué?

—A nuestra casa, verás nosotros estamos interesados en adoptarte

—¿Por qué?

—Por qué nos llamaste la atención. —sonrieron

—Yo...no puedo ir con ustedes

—¿Por qué? —se sorprendieron

—Por qué ustedes no son mis papás. —me quejé

—Mira Vanessa, ahora nosotros vamos a ser tus padres

—No. Ustedes no son mis padres. —me levanté del suelo y me alejé un poco de ellos

—Mira, no deberíamos decirte esto pero. Si tus verdaderos padres te quisieran, no te habrían abandonado en este lugar —comencé a llorar—. Si Vanessa, piénsalo un poco y si aún nos dices que no, respetaremos tu decisión. —me acarició el cabello.

Yo no podía irme con ellos, mi madre me había dicho que la esperara a que volviera por mi, pero las palabras de aquellos señores retumbaron en mi mente. Así que les dije

—Está bien. —intenté sonreír

—Buena elección —me tomaron de la mano para que fuera con ellos—. Ya verás que no te vas arrepentir, te gustará vivir con nosotros. Además ya vas a tener con quién jugar. —me sonrieron.

Fuimos a la oficina de la directora, ya en su oficina tramitaron los papeles de adopción, firmaron los documentos, me subieron al auto y me fui a mi nueva casa la cual era muy grande. Y al llegar. 

—Niñas, ya llegamos. —exclamó la señora a la que con el tiempo empecé a llamar "Mamá"

—Bajen para que conozcan a su nueva hermana. —ahí fue cuando me di cuenta que viviría con 2 niñas más a las que con el tiempo empecé a llamar "hermanas"

2 niñas de 11 años bajaban de las escaleras en pijama y una de ellas dijo

—¿Quién es ella? —bostezó una de ellas

—¿Cómo se llama? —preguntó la otra, quien también moría de sueño

—Niñas, les presento a su nueva hermana —exclamó aquél señor al que con el tiempo, me encariñe con  él y lo empecé a llamar "Papá". Conocía poco de mi verdadero padre, asi que se me hizo fácil—. Se llama Vanessa. —dijo al fin

—Hola Vanessa. —contestaron al unísono para después acercarse a mi y abrazarme. Eso me gustó

—Hola —las abracé aún más fuerte— ¿Ustedes como se llaman?

—Yo me llamo Catalina 

—Y yo me llamo Daniela. —reímos

—Bueno niñas enseñenle a su hermana donde va a dormir

—Si, ven Vanessa. —saltaron de alegría guiándome por las escaleras hasta la habitación y en cuanto entré pude notar que había muchos peluches y muñecas

—¡Wao!, ¿Aquí duermen? —me asombré

—Si, y aquí vas a dormir tu. —señaló Catalina 

—Me gusta. —me alegré

—Bueno como ya tenemos sueño y ya es muy tarde ya nos vamos a dormir.

—Buenas noches hermanas. —exclamé para después ponerme una pijama y acostarme a dormir.

Pasaron los años, y todo eso cambió, mis hermanas cambiaron, mi madre cambió y mi padre había fallecido cuando tenía 10 años de un ataque al corazón mientras jugaba conmigo y que según mis hermanas "Fue mi culpa" ¿Por qué? No lo sé nunca les eh preguntado. 

Ahora ya tengo 14 años y mis hermanas 17 y mi madre, pues se la pasa trabajando todo el día para pagar nuestra educación.
Y mientras yo me quedo sola en casa con mis 2 hermanas
que ahora se la pasan haciéndome la vida imposible desde
que mi padre falleció, me la paso en mi cuarto escribiendo o pensando. Pues que mas me queda. Ya que también yo he cambiado desde
que mi verdadera madre me abandonó en aquel orfanato,
he aprendido a que esta vida no es fácil y que las personas
que mas amas o se van de tu vida o cambian para siempre...o simplemente no son lo que parecen, parecían o eran.